A estas alturas a nadie le cabe la menor duda de que el proceso de compra, reconstrucción y puesta en valor de la Casa Natal de Miguel Hernánez ha sido un despropósito de principio a fin, pero el último capítulo todavía esta por escribir. Si hace algo menos de tres meses el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se desplazó hasta Orihuela para escenificar la «entrega de llaves» del edificio al Ayuntamiento, ahora resulta que el Ayuntamiento tiene que devolver el inmueble a la Generalitat. Ello porque la obra de remodelación realizada hace siete años, y que costó 600.000 euros, ni siquiera está registrada y en el catastro sigue figurando que en ese espacio hay una casa vieja, medio en ruinas. Para más inri, resulta que todavía no se ha resuelto el asunto de la polémica escritura, porque el Consistorio compró un terreno que tenía 100.2 metros cuadrados y después se descubrió que la superficie real era de 66.90 metros.

El portavoz del gobierno de Orihuela, Rafa Almagro, recordó ayer que el terreno es propiedad municipal pero la obra la acometió la Generalitat. Pues bien, ambas administraciones tratan de llegar ahora a un acuerdo para que la administración autonómica formalice la cesión de esas obras al municipio. Es por ello que el Ayuntamiento cederá temporalmente al Consell el inmueble para «regularizar» su situación, según definió ayer Almagro. En ese trámite, la Conselleria competente tendrá que acometer la «declaración de obra nueva» mientras que se modifica la escritura del edificio y se ajusta a sus metros reales. Solo entonces se podrá firmar el ansiado convenio de cesión para que el Consistorio sea el titular de una obra nueva, una vez que quede actualizado en el catastro. El edil dijo que se trata de una cesión «momentánea» y que en pocos meses «nos la devolverán».

Desde 2001

¿Cómo es posible que se comprara una casa sin comprobar antes sus metros reales para negociar el precio de venta? Y una vez que se hizo, ¿por qué nadie se ocupó de actualizar la escritura antes de acometer una obra de 600.000 euros? Esas son preguntas que siguen sin respuesta, al menos este equipo de gobierno no las tiene porque todo ello sucedió hace 16 años. Fue en 2001 cuando el Ayuntamiento adquirió la vivienda en la que el poeta pasó sus primeros cuatro años de vida, ubicada en el número 72 de la calle Pinies (también conocida como calle San Juan). Desde entonces hubo diversas promesas de rehabilitar el edificio, un hecho que no se materializó hasta el 9 de noviembre de 2010. Ese día se inauguró, se hicieron muchas fotos, y se volvió a cerrar hasta que hace tres meses Puig visitó Orihuela, lo que supuso una segunda inauguración. Ahora al menos, mientras se intenta solucionar por enésima vez el trámite para regularizar el inmueble, la Casa Natal sí está abierta. Hace pocos días la concejala Mar Ezcurra anunció que servirá como un Centro Cultural dedicado a la vida y obra del poeta que incluirá un espacio de documentación audiovisual con más de 2.000 documentos, y un Centro de Atención al Visitante.