Emilio Bascuñana quiso ayer mantenerse al margen de las luchas internas en su partido por la presidencia del PP local, pero no pudo evitar la pregunta obvia de si ese asunto ha influido tras anunciar una remodelación en la que deja sin las principales competencias a Dámaso Aparicio, que se presenta a los comicios, y se las da a Víctor Valverde, que anunció su candidatura. El regidor aseguró que «el cambio es sólo de operatividad de nuestra labor al frente del Ayuntamiento». Y añadió que él decidió apartarse de sus aspiraciones como presidente del Partido Popular local «para evitar cualquier interpretación que pudiera tener una cosa con la otra».

La fecha elegida para anunciar esos cambios, unos días antes de iniciarse en el partido un proceso electoral, no fue casual y aseguró que decidió hacerlo antes para evitar preguntas como la que le realizó este diario «que es la misma que se hubieran podido hacer muchos oriolanos si los cambios los anuncio tras esos comicios y así los hago antes de las posibles negociaciones, o pactos o de que haya vencedores y vencidos, porque no se ajustaría a la realidad», señaló el regidor oriolano. «Lo he querido hacer antes de que haya candidaturas oficiales», dijo, cuyo plazo de presentación finaliza el próximo martes.

En la comparecencia ante la prensa para explicar estos cambios se evidenció a los concejales que estaban más contentos con las competencias que asumirías y las caras largas de los que perdían áreas, como Begoña Cuartero y Dámaso Aparicio, que en una esquina trataron de «aguantar el trago» como pudieron.

Ambos ediles se marcharon de la sala de prensa cabizbajos y no acudieron a la Sala del Oriol, donde el resto de ediles se hizo una foto con el recién nombrado Síndico.