Tiene 17 años, vive en la Vega Baja y el viernes fue a la ceremonia de graduación del instituto con un vestido negro y tacones plateados. ¿Por qué? Porque le dio la gana. Sin más. Ni se siente mujer ni es transexual ni iba disfrazado. Defiende que hay que eliminar los roles de género y ponerse lo que uno quiera. No acepta que la sociedad le diga qué ropa es la adecuada por ser hombre o mujer. «Son imposiciones que no sigo». Tampoco lo hicieron en su día David Bowie, Freddie Mercury o Miguel Bosé, claro que es inevitable que en Albatera y más concretamente en un evento estudiantil, llame la atención. «Mejor, que les sirva de terapia de choque», esgrime el protagonista de esta historia.

La decisión de este joven estudiante del IES Antonio Serna Serna IES Antonio Serna Sernaha suscitado miles de reacciones en las redes sociales durante los últimos días. Comentarios a favor y en contra han copado su Twitter, que ha pasado de 2.000 seguidores a más de 6.500. ¿Cuándo empezó todo? El 6 de junio, el día que colgó en la red una foto desde el probador de una tienda. Fue la primera prueba del vestido y no estaba solo, su madre lo acompañó a comprarlo.

¿Por qué toma esta decisión? «Primero, considero que la ropa no va ligada al género en ningún momento. Segundo, sabía que era un evento al que había que ir elegante. Pensé en ropa y lo que más me gustó fue un vestido. ¿Por qué no me lo voy a poner? También es una forma de reivindicar y llamar la atención, de reivindicar que la ropa no tiene género», apunta. Es un chaval, pero tiene muy claras las ideas que defiende. «Yo puedo hacer lo que quiera y somos muchos los que luchamos para eliminar los roles de género, las imposiciones que nos hace la sociedad desde niños en función de si eres hombre o mujer. Hay personas que no queremos asumir esos roles y decidimos adoptar los del género opuesto cuando queremos. Tampoco es la primera vez que lo hago, tengo ropa que compro en la sección femenina de tiendas porque me gusta».

Contar a sus padres que quería llevar un vestido a la fiesta de graduación no fue difícil. «A mi padre le costó un poco más entenderlo, a mi madre nada. Me dijo que si quería un vestido ella me acompañaba a comprarlo». De hecho, Begoña García no tardó en mostrar públicamente el apoyo a la decisión de su hijo. El mismo día publicó en su Facebook este mensaje: «Tengo el mejor hijo del mundo.Por lo tanto lo apoyo al 100% en todo cuanto hace para que los hipócritas dejen de ser escuchados y todo el mundo pueda dejar de esconderse o fingir para ser aceptados. Además, el vestido le queda al pelo. Te quiero».

Llegados a ese punto, la historia comenzó a hacerse viral y el joven fue recibiendo más y más mensajes. Su foto con el vestido ya llevaba el viernes 4.500 retuits y 19.000 me gusta. «La mayoría son de ánimo y de apoyo, aunque también me han llegado a amenazar de muerte e insultarme, pero no dejo que me afecte. He sufrido bullying y aquí estoy, para decirle a la gente que me da igual lo que digan de mi».

El estudiante, que quiere ser guarda forestal en un futuro, también comunicó su decisión a su tutor «que me dio su apoyo». Algunos compañeros le recriminaron que buscaba llamar la atención. Otros muchos lo arroparon. El viernes fue el gran día y el estudiante, cuya identidad preservamos por ser menor de edad, acudió al acto de graduación como había soñado y de la mano de su madre. Vive como quiere, «le pese a quien le pese».