El agua del río Segura ha vuelto a arrastrar numerosos desperdicios plásticos hasta Orihuela. Los desechos se amontonaron ayer en el azud del cauce, en concreto donde se encuentra la toma de agua de la acequia de Callosa. El concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández, culpó a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) de la falta de medios de contención para evitar que esos desechos lleguen al término municipal. No obstante, dijo que los residuos los deberá de retirar el Juzgado Privativo de Aguas de Callosa dado que la Confederación dejó de ocuparse de ese trabajo por los recortes.

La acumulación de los residuos en este punto del cauce fue detectada desde primera hora de la mañana de ayer. El día anterior no había nada. Debido a la situación, el concejal de Fernández contactó con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardias Civil para dar parte de lo que había sucedido.

Desde el Ayuntamiento creen que este hecho podría ser responsabilidad de la propia Confederación. Desde el área de Medio Ambiente se apuntó que los sistemas de acumulación de vertidos que se mantienen aguas arriba están obsoletos y no cumplen su misión de retener los desechos para evitar que lleguen hasta la Vega Baja. Por ese motivo, cuando se produce un pequeño aumento del caudal del río, los desperdicios rebasan esas barreras y acaban siendo arrastrados hasta llegar al término oriolano. Es por ello que desde el Consistorio exigen a la Confederación que, al menos, asuma las competencias de limpieza aguas arriba para evitar que se cuelen los desechos.

Acequia

Llegados a este punto y con la basura allí acumulada, el Ayuntamiento de Orihuela defiende que deben de ser los regantes que se agrupan en torno al Juzgado de Aguas de Callosa los que limpien la zona debido a que los desperdicios se amontonan en la toma de agua de su acequia. La situación gusta bien poco a los regantes, que están hartos de tener que costear la limpieza de esa zona cuando tradicionalmente es algo que ha venido haciendo la Confederación. El problema es que, si no lo hacen, los desechos taponan la toma de agua y no les llega el caudal necesario para regar sus cultivos.

Una de las últimas actuaciones en ese sentido se realizó a finales de febrero, cuando el juzgado de aguas callosino gastó cerca de 20.000 euros en tareas de limpieza que no asume ni la CHS ni el Ayuntamiento.Entonces se retiró una mezcla de lodos, cañas, desperdicios y un sinfín de objetos que impedía que circulara el agua. Ahora, más pronto que tarde, tendrán que actuar de nuevo para evitar que los desechos taponen la entrada del canal de riego.

El edil de Medio Ambiente dijo que el Ayuntamiento, por su parte, pondrá en marcha un dispositivo de limpieza inmediato en los márgenes para recuperar cuanto antes el estado natural del río.