Fue una de las grandes promotoras urbanísticas de la primera década del 2000 en la Vega Baja y el que parecía un imperio que nada podía acabar con él fue derrumbándose como un castillo de naipes hasta que ha llegado el momento de su disolución total. San José Inversiones y Proyectos Urbanísticos SA ha pasado la historia. Sus dos filiales que aún seguían con actividad, venida a menos, Inversol Grupo Urbanístico SA e Imperium Urbanitas SA, han entrado en fase de liquidación y ahora los acreedores, que son numerosos, deberán poner en conocimiento del administrador concursal la existencia de sus créditos en el plazo de un mes desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado, algo que ya se ha producido.

El BOE anuncia los dos procesos de Concurso Abreviado Voluntario puestos en marcha por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Alicante, con sede en Elche, y del nombramiento de Luis Fernando Alonso Saura como administrador concursal, que será quien tiene ahora en sus manos el gestionar las reclamaciones de los acreedores tras la disolución de ambas mercantiles de la en su día "todopoderosa" San José.

Al concurso de acreedores se presentaran no sólo los más de 1.000 inversores que en su día pusieron grandes cantidades de dinero en estas empresas, sobre todo vecinos de Molins (Orihuela) y de municipios aledaños, también las decenas de proveedores que se quedaron sin cobrar sus facturas. Muchas de las obras ni se terminaron, en otros casos los terrenos para construir se compraron, como en el caso de San Miguel de Salinas, pero nunca se llegaron a recalificar como pretendía el promotor para la construcción de miles de viviendas.

Frente a este conglomerado empresarial estaba el empresario José Rodríguez Murcia, que empezó su imperio en la pedanía oriolana de Molins, y allí es donde estaban las sedes de sus diferentes empresas. A finales de 2014 Murcia dejó el consejo de administración y se puso al frente José Mas Vegara, quien ha llevado a cabo el proceso para disolver las mercantiles que estaban en la órbita de San José. El declive de Murcia comenzó en 2008, cuando la constructora San José se vio obligada a entrar en concurso de acreedores. La deuda a corto, medio y largo plazo de la constructora y promotora oriolana San José Inversiones era entonces de 134 millones de euros sobre un patrimonio total valorado por la mercantil en 400 millones de euros.