Torrevieja estrenó ayer las dependencias del nuevo recinto de mercados con una afluencia de público que sobrepasó las previsiones municipales, con miles de personas. La acogida del estreno fue positiva, aunque con algunas salvedades importantes. La afluencia de público entre las 11 y las 12.30 horas provocó retenciones en la Avenida de Delfina Viudes y la Avenida de Rosa Mazón, afectando incluso a las zonas comerciales de Ozone y Habaneras. El cambio del mercadillo ha coincidido además con el inicio de unas obras de pluviales en esta misma avenida que inutilizan uno de sus carriles. Usuarios y vendedores se encontraron con un recinto muy amplio, posibilidad de aparcar, sobre todo en las primeras horas de la mañana, un importante dispositivo de la Policía Local y Protección Civil -no hizo acto de presencia, por lo menos ayer, la «plantilla» habitual de trileros, manteros y carteristas-.

El nuevo recinto, concebido en 2010 y que ha costó más de 5 millones de euros, cuenta con dos amplios aseos públicos en cada extremo de sus 80.000 metros cuadrados, zonas ajardinadas, hileras de contenedores y papeleras, y una zona de aparcamiento para los mercaderes. Nada que ver, en ese sentido, con la anterior ubicación en Nueva Torrevieja, y algo, que por otra parte, provocó el despiste generalizado sobre la situación de los puestos a los que los clientes son más fieles.

Ayer además, el día acompañaba. Otra cosa será cuando llegue el verano, y no estén funcionando bares -que ayer se quedaron vacíos en Nueva Torrevieja-, ni la sombra de edificios disponibles para cobijarse. En el capítulo de inconvenientes sigue estando el transporte. Muchos mayores se desesperaron buscando el autobús especial. Como ejemplo estaba la parada situada junto a la calle Apolo, junto a la gasolinera, repleta de público -algunos grupos se cansaron de esperar y emprendieron el camino a pie-. Otras colas de espera formaron en la parada del propio mercadillo. Y muchos más clientes de lo que pudiera esperarse en un principio enfilaron la Avenida de Delfina Viudes, pertrechado con el carrito de la compra para acercarse a la novedad.

El concejal de Mercados, Javier Manzanares, dijo que si es necesario reforzar el servicio de autobuses «se hará». También admitió que el Ayuntamiento se vio ayer «sobrepasado» por la afluencia de público» y aseguró que su sensación es que la mayoría de vendedores hizo «más caja» ayer que el viernes anterior.

A la expectativa

Entre los vendedores la opinión va por barrios, o mejor dicho, por producto en venta. La mayor parte de los dedicados a la alimentación estaban satisfechos, aunque alguno de ellos a las 10 de la mañana aseguraba que «no se había estrenado». Ayer hicieron caja, sin duda, todos los puestos cercanos a las entradas Monge y Bielsa, junto al campo de fútbol Nelson Mandela, y los ubicados junto a los aparcamientos del parque acuático. Puertas por las que accedía la mayoría del público. En los puestos dedicados a vestuario y zapatería, que aunque no lo parezca son mayoría entre los 700 que se instalan, las caras no eran de satisfacción aunque algunos apuntaban a que hay que dejar que la clientela se adapte al cambio.