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Daya Nueva se quedará sin banco y los vecinos deberán recorrer cinco kilómetros para retirar su dinero

Banco Sabadell cerrará la única sucursal del municipio en su plan de ajuste para reducir oficinas físicas

Daya Nueva se moviliza para evitar el cierre de su única sucursal bancaria

No se habla de otra cosa en Daya Nueva. El anuncio del cierre de la única entidad bancaria del municipio ha caído como un chorro de agua fría en esta localidad de 2.000 habitantes. Sobre todo entre la población más envejecida, que no dispone de medio de transporte para desplazarse a otro lugar para poder realizar cualquier gestión bancaria o, simplemente, para sacar dinero del cajero.

La decisión del Banco Sabadell de cerrar su sucursal de Daya Nueva parece firme. Es una de las 42 oficinas afectadas por el plan de ajuste que la entidad catalana ha decidido llevar a cabo en la provincia de Alicante, que se unen a otras 150 en el resto de España a las que se les echará la persiana durante el mes de mayo.

Las reacciones no se han hecho esperar. La primera, la de la alcaldesa de Daya Nueva, María Teresa Martínez (UPdN), que tachó la decisión del Sabadell de «vergonzosa». Esta semana dictará un bando para comunicar a los vecinos la decisión adoptada por el Banco Sabadell y anunciará la puesta en marcha de una recogida de firmas solicitando a la entidad que dé marcha atrás en su proyecto. «No es un pueblo perdido de la mano de Dios. Aquí hay industria, comercio, empresas y un amplio colectivo de extranjeros clientes del banco, a los que dejarán abandonados», señaló a INFORMACIÓN.

Hace unos días los responsables regionales de la entidad comunicaron al Ayuntamiento que su decisión «estaba tomada y no iban a dar marcha atrás», según la regidora. «Les dije que es un pueblo próspero, con servicios y un polígono con empresas de importación y exportación por lo que no me podía creer que Daya Nueva no sea rentable si se trabaja bien. El propio director regional reconoció que era un municipio con muchos servicios pero que no había nada que hacer. No me parece una decisión lógica, se están equivocando», añadió la primera edil.

La entidad bancaria justifica la medida por el proceso en que está inmersa toda la banca española para reducir el tamaño de sus redes, ante el aumento del número de clientes que ya realizan toda su operativa a través de internet o del móvil, sin necesidad de pisar nunca una oficina física. «Sin embargo, las personas de más edad apenas trabajan telemáticamente con los bancos y prefieren un local donde se les atienda personalmente; sus justificaciones son indignantes», señaló Martínez.

San Fulgencio

Las cuentas de los actuales clientes pasarán a estar gestionadas por la sucursal que el Sabadell tiene en San Fulgencio, a 5 kilómetros de distancia, aunque el municipio más cercano es Almoradí pero, administrativamente, la entidad considera a Daya Nueva dentro de la comarca del Baix Vinalopó, como a San Fulgencio. «Encima nos consideran fuera de la Vega Baja, donde por cierto no van a cerrar ninguna otra oficina del Sabadell», se quejó Martínez.

A pesar de que, para muchos, esta distancia pueda resultar no muy excesiva, para los más mayores supondrá toda una odisea ya que si se desplazan en autobús deberán cogerlo a primera hora de la mañana y el regreso tendrá que ser ya por la tarde, porque no hay más servicios, como ocurre en otros municipios de la comarca donde el transporte por carretera brilla por su ausencia. «Los vecinos están muy enfadados y las personas mayores muy preocupadas porque dependerán ahora de que alguien les pueda acercar a Almoradí o San Fulgencio para sacar dinero, porque el servicio de autocar es mínimo, o tendrán que coger un taxi para desplazarse», comentó la alcaldesa de Daya Nueva.

No sólo los vecinos de Daya Nueva se verán afectados por el cierre de la entidad bancaria, también los de la limítrofe Daya Vieja, que acudían a la oficina situada en la calle Generalísimo número 3 ya que en su municipio no opera esa entidad.

Sin cajero

Aunque hace unos días el Sabadell garantizó que mantendría los cajeros automáticos para que los vecinos no tengan que desplazarse varios kilómetros para retirar o ingresar dinero, en Daya Nueva no estará operativo. Los responsables del banco sí indicaron su disposición a mantenerlo, pero no en la oficina sino en la fachada o un lateral de un edificio municipal. «Propusieron que se instalara en el Ayuntamiento, que era el lugar idóneo me dijeron, pero eso no lo puedo permitir. Me parece de vergüenza cómo se están comportando», concluyó Teresa Martínez.

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