El peligro de desprendimiento de un inmueble ubicado junto a la Plaza Nueva de Orihuela ha obligado a instalar un vallado de seguridad. La fachada del edificio se encuentra cubierta con redes desde hace al menos tres años y la procesión general de Viernes Santo debía de pasar justo por debajo. La Junta Mayor de Cofradías, Hermandades y Mayordomía de la Semana Santa y el Ayuntamiento se han visto obligados a modificar parte del itinerario para evitar que ocurra algún incidente. Así, el desfile religioso no pasará este año por la Plaza Cubero, Plaza Nueva y Calle Almunia.

La decisión sorprendió ayer a algunos vecinos de la zona, que apuntaron que fue hace unos días cuando se desprendieron cascotes muy pequeños desde el edificio, que cuenta con planta baja y dos alturas. La edil de Urbanismo de Orihuela, Begoña Cuartero explicó que los requerimientos para instar al propietario a rehabilitar el edificio comenzaron en 2013. En un principio se le exigió un proyecto para reformar la fachada, pero ante los incumplimientos y la progresiva degradación del edificio, se ha calificado de estado de ruina y ahora habrá que demoler. La edil firmó un decreto advirtiendo al propietario de que si no instalaba un vallado perimetral de seguridad lo haría el Ayuntamiento. El dueño de la finca sí ha hecho caso esta vez a las advertencias del Consistorio. El próximo paso será que después de la Semana Santa derribe el inmueble. Si no lo hace lo hará de oficio el Ayuntamiento y le girará los costes.

Inspecciones

Lo cierto es que el estado de ruina que presenta el edificio que ha obligado a cortar parte del perímetro de la Plaza Nueva no es el único que se ubica en el casco histórico de Orihuela. El concejal socialista Antonio Zapata exigió hace unas semanas al gobierno local del PP que se ponga manos a la obra y actue para proteger decenas de inmuebles que presentan graves problemas de seguridad.

El edil socialista recordó que en el pasado mandato se aprobó una ordenanza de Inspección Técnica de Edificios, para regenerar, rehabilitar las viviendas del centro y eliminar los peligros que motivó la apertura de más de 150 expedientes. Sin embargo, según el PSOE, nada se ha hecho desde que Begoña Cuartero está al frente de Urbanismo.

Críticas

De igual forma se ha venido expresando otro partido de la oposición, Cambiemos, que ha denunciado públicamente en numerosas ocasiones que el centro histórico de Orihuela está cada vez más degradado. Este grupo ha propuesto diversos planes de actuación y ha criticado que el gobierno municipal hace oídos sordos a esta problemática mientras se centra en las nuevas construcciones de la zona costera.