La única verdad incuestionable entre los continuos cruces de acusaciones del gobierno local y la oposición a cuenta del desdoblamiento de la carretera N-332 a su paso por Torrevieja es que las obras, una década después de realizarse los primeros trabajos técnicos para construirse, no está hecha. El alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón (Los Verdes), cuestionó ayer la postura pública del PP sobre este proyecto en un momento en el que «lo que se necesita es que se arrime el hombro» en lugar de «usarlo de forma sucia». Al tiempo, el PP asegura que es el primer edil el que está «boicoteando» el proyecto, al hacer público un informe en que Fomento detecta problemas importantes a la hora de abordar el trazado.

El alcalde añadió ayer al debate otra cuestión: el Ministerio de Fomento se refiere al tramo que está sin desdoblar, unos ocho kilómetros que atraviesan el término de norte a sur, como una autovía, mientras que el proyecto que ha realizado la Conselleria para ejecutarlo es una vía parque. Es «muy difícil encajar ahora una autovía en el tramo que está sin desdoblar, seguramente serían necesarias más expropiaciones, más terrenos y servidumbres», aseguró.

Otra de las cuestiones que señaló es que el protocolo de actuación para abordar el proyecto que implica al Ayuntamiento con la cesión de suelo, a la Generalitat con la elaboración del proyecto y al Ministerio de Fomento con la construcción de las obras y su financiación -12 millones de euros- «no está firmado».

De ahí que los terrenos no aparezcan incorporados al proyecto definitivo con superficie y ubicación. El PP recuerda que va a ser difícil que se rubrique ese compromiso si la Generalitat se descuelga en la parte en la que debe asumir la financiación del cajón de recogida de aguas pluviales, que aparece bajo su responsabilidad en ese protocolo y que el propio alcalde descartó en una de sus comparecencias. Y mientras tanto los conductores ya se enfrentan a diario a retenciones en algunos de los tramos de esta circunvalación, que ya presenta tráfico muy lento durante todo el año, que enfila un año más la temporada alta con un solo carril por sentido y puntas de paso de más de 30.000 vehículos en verano, en especial en el tramo sur comprendido entre el acceso a la CV-90 y la urbanización Los Balcones. La obra ni tan siquiera tiene visos de licitarse en los próximos meses.

El acalde anunció que va a desplazarse a Madrid para mantener una reunión y «seguir trabajando sobre este tema» porque ha dicho que «no podemos olvidar que esta carretera es una carretera nacional, competencia del Ministerio de Fomento» y se preguntó por qué desde el año 2013 el proyecto estuvo en conselleria «sin que nadie haya hecho nada».

Arrimar el hombro

«Ahora es cuando hay que colaborar y arrimar el hombro pero al PP parece que no le interesa que esto avance», aseguró. «Pido al PP que no saboteen este proyecto y abandonen la política de cuanto peor mejor», dijo.

Mientras que el gobierno de coalición de izquierdas acusa a la falta de gestión de los gobiernos sucesivos del PP en otros mandatos de la carencia de la obra, y en su dejadez a la hora de garantizar los terrenos suficientes, el PP echa la culpa de la situación actual -dos años de mandato-, al primer edil y a la Generalitat Valenciana, por afinidad ideológica.