Desde la Carabela Santa María hasta la última fragata de la Armada Española. En torno a un centenar de réplicas de los barcos que han supuesto un hito en la historia de la navegación se pueden visitar en la XIV Exposición de Modelismo Naval, Estático y Radio Control que se ha inaugurado este fin de semana en Torrevieja. La Sala de Los Aljibes del Parque de las Naciones acoge hasta el 23 de abril esta muestra en la que participan más de 30 maquetistas que exponen sus pequeñas joyas. Un 80 % de las maquetas son navegables, lo que se podrá ver el domingo 9 de abril a las 10.30 horas con una regata de navegación a vela y una exhibición de habilidad por radio control.

En la exposición se encuentran, en miniatura, todo tipo de barcos como veleros, pesqueros, fragatas, portaviones y submarinos. El visitante reconocerá enseguida algunos de ellos como el Titanic, el pesquero Bahía de Torrevieja, el Nautilus o el destructor Churruca, con todo su armamento. También hay un apartado para cañones.

Cada maqueta es una pieza única a la que no le falta detalle para ser idéntica a la original. La muestra está organizada por la Asociación de Modelismo Naval «Pascual Flores» de Torrevieja con la colaboración del Museo del Mar y la Sal y el Instituto Municipal de Cultura y en ella participan 10 clubes de diferentes provincias. «La mayoría de los barcos se controlan a distancia y los veleros usan el viento para navegar, como los de verdad», explicó el presidente de la asociación organizadora, Pedro Serrano. «Ahora estoy haciendo una réplica del Pascual Flores para el puerto de Marina Internacional», comentó.

Artesanal

Los maquetistas son verdaderos artistas que emplean cientos de horas en recrear en miniatura un barco y adecuarlo para que sea lo más fiel posible al real. Lo cuenta Cristian Sastriques, un joven de Grao de Castellón mientras saca del estanque su patrullera y la pone en la grúa motorizada que ha construido. «El barco lo hice en fibra y sólo en el molde empleé 140 horas, más otras tantas en la electrónica para controlar tanto su timón como las luces y la sirena». Tiempo, paciencia y dinero para crear estos barcos a escala de modo artesanal. «Yo he traído un submarino y una fragata a la exposición» contó el cartagenero Pedro Soto mientras su hijo hacía navegar una lancha que alcanza los 40 kms por hora.