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Orihuela

El Consell sufragará los 780.000 euros que cuesta sellar en cuatro meses el vertedero de La Murada

La Generalitat comienza los trabajos de restauración del basurero, que mantiene focos en combustión por la emanación de gases

Tres imágenes de la visita ayer del director general y del alcalde a las instalaciones de Proambiente para ver el inicio de los trabajos, lo que incluyó un recorrido por algunas zonas sensibles, como los ríos de lixiviados. tony sevilla

La Generalitat Valenciana ha iniciado los trabajos de sellado del vertedero de Proambiente, en concreto de la parte ubicada en La Murada (Orihuela). La administración autonómica pagará por ese cometido una cantidad que ronda los 780.000 euros y el plazo de ejecución se estima en un periodo de cuatro meses. Esa inversión se reclamará después a los responsables del basurero, vinculado a la familia Fenoll.

Los trabajos consistirán en primer lugar en acabar con los focos que continúan en combustión en diferentes partes del vertedero debido a la emanación de gases. Al parecer existen cientos de toneladas de basura enterrada fuera de los vasos que en su día fueron autorizados y probablemente habrá que crear nuevos espacios donde disponerla de forma controlada. Ello incluye la instalación de chimeneas para vigilar la emisión de metano. Con esto se evitará igualmente que haya fugas de lixiviados, que es el líquido procedente de la descomposición de los desechos. Todo ello será gestionado por el Grupo Tragsa, contratado para realizar estos trabajos.

Con estas medidas la administración autonómica espera controlar los incendios subterráneos que se vienen registrando y la emisión de líquidos y gases. En los últimos años dotaciones de bomberos han tenido que intervenir en numerosas ocasiones dado que se han producido combustiones espontáneas de la basura enterrada, pero acumulada también en grandes montones al aire libre.

El sellado del vertedero de Proambiente es una medida esperada desde hace años y reclamada por organizaciones ecologistas como Vertivega. El proyecto para impulsar esos trabajos se comenzó hace cuatro meses, según detalló ayer el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, que realizó una visita a la zona acompañado de otros cargos del Consell, del alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, y de ecologistas.

Alicante y Murcia

Los trabajos para adecuar el antiguo vertedero se están realizando a la vez entre el ejecutivo murciano y el valenciano. La planta de desechos está a caballo entre las dos comunidades, lo que ha complicado el trámite burocrático hasta poder iniciar las labores de sellado. Mientras Murcia ha podido sufragar los costes mediante el aval requisado en su día a la mercantil que gestionaba el vertedero, Proambiente, la Generalitat lo está acometiendo con recursos propios puesto que no disponía de ningún aval.

Julià Álvaro apuntó que cuando concluya el sellado, se iniciará un periodo de 20 años en los que habrá que hacer controles periódicos del vertedero para supervisar que no haya contratiempos, especialmente con los gases, que deben de ir saliendo a la atmósfera de forma controlada para evitar nuevos incendios.

En paralelo al sellado del vertedero, la Generalitat ha vuelto a enviar esta semana máquinas aspiradoras para retirar los miles de litros de lixiviados que se acumulan en torno a fincas de La Murada y que, según los técnicos del Consell, proceden de los vasos colmatados de basura del vertedero, que no fueron impermeabilizados de forma correcta. Estos líquidos se están derivando a la EDAR de Crevillent para ser tratados.

Otra de las acciones del Consell sobre el terreno es hacer catas en diferentes fincas rústicas ubicadas en torno a este vertedero y en las que se ha detectado el enterramiento ilegal de basura. Estas pruebas servirán para calcular la cantidad de residuos que hay enterrados, estudiar qué hacer con ellos y determinar el grado de contaminación del suelo.

El resultado de estas pruebas se aportará a los procesos judiciales en los que se investiga el enterramientos ilegal de todo tipo de desperdicios. Desde residuos sanitarios hasta neumáticos que se ven a simple vista. Sobre esas tierras se plantaron diversos limoneros y nadie sabe a ciencia cierta a dónde van a parar los frutos. Estas acciones servirán para pedir responsabilidades a los autores de uno de los delitos medioambientales más graves ocurridos en la provincia.

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