Además de los factores medioambientales, el grupo municipal de Cambiemos Orihuela alegará otro factor a tener en cuenta para exigirle al Parlamento Europeo la paralización del proyecto de 1.500 casas en Cala Mosca: el socioeconómico. La edil del grupo, Marta Guillén, apuntó a que «alegamos para proteger la flora y la fauna de Cala Mosca, así como la Cañada Real que la recorre, pero también alegamos en clave socioeconómicas. Orihuela Costa tiene carencias de servicios e infraestructuras brutales», por lo que considera que «1.500 casas más solo van a agravar el problema y aumentar la presión sobre un territorio a punto de colapsar».

Lo cierto es que esta carencia de servicios e infraestructuras lleva centrando las críticas de las asociaciones de vecinos desde hace años, al tratarse de un problema endémico del litoral oriolano. Es por esto que desde la formación consideran inasumible un crecimiento de este tipo. De hecho, este no es el único complejo que han pedido paralizar, pues desde Cambiemos Orihuela han llegado a exigir al equipo de gobierno que paralizara todas las licencias de obra hasta hacer una reestructuración y reorganización de estos servicios.

La limpieza viaria y el mantenimiento de calles y plazas es a todas luces deficiente en la costa, como ya denuncian continuamente los residentes. Sin embargo, también hay que tener en cuenta otros factores, como la demanda que un crecimiento de 1.500 casas, de la noche a la mañana, podría suponer en otros servicios como centros educativos, médicos, o de seguridad. Estas reivindicaciones llegan en un momento donde la construcción en Orihuela Costa vuelve a los niveles previos a la crisis, donde cada semana se aprueban nuevas licencias de obra, tanto para complejos como para viviendas unifamiliares.