La licitación del servicio para la gestión del Centro de Protección Animal de Orihuela ha puesto en pie de guerra a los animalistas tras conocer que el albergue municipal podría quedar en manos de una empresa privada en lugar de estar vinculado a una protectora, como hasta ahora. El proceso de adjudicación está en manos de la mesa técnica y de su dictamen depende quién asumirá las instalaciones durante los próximos cuatro años, con un presupuesto de hasta 537.236 euros más IVA.

Al proceso de adjudicación iniciado por el Ayuntamiento de Orihuela se presentaron dos ofertas, la de una mercantil y la de la asociación Asoka el Grande, que gestiona actualmente el albergue. Al parecer, el colectivo animalista ha obtenido más puntuación en el proceso pero los técnicos han puesto en duda que se haya acreditado correctamente su solvencia económica, tal y como se exige en el pliego. Es por ello que Asoka presentó ayer un documento con alegaciones porque defiende que sí cumple los requisitos.

«Los voluntarios del Centro de Protección Animal queremos unas instalaciones gestionadas por protectoras, no por empresas. Queremos sacrificio cero, no queremos una perrera». Ese fue el mensaje que se trasladó ayer desde redes sociales vinculadas a Asoka y que despertó el apoyo de los animalistas. Éstos temen que si el servicio lo asume una empresa se sacrificará a los animales que precisen de tratamientos farmacológicos costosos puesto que no serían «rentables».

Sin políticos

Por su parte, el regidor Emilio Bascuñana apuntó que el proceso de licitación del servicio lo tramita exclusivamente la mesa técnica que se encarga de baremar los proyectos presentados y en la que no intervienen los políticos. «Hemos pedido que se revise a ver si cumple con la solvencia económica antes de que se tome una decisión definitiva», señaló.

El alcalde consideró, asimismo, que el pliego de condiciones técnicas es el mismo para la empresa o asociación que se encargue del servicio, por lo que «si se dice que no habrá sacrificio de animales es que no puede haberlo».

Por su parte, la oposición de Orihuela también pidió ayer que el servicio continúe en manos de una protectora. El socialista Víctor Ruiz criticó que Asoka esté asumiendo el servicio sin contrato desde septiembre porque el Ayuntamiento ha tardado más de lo apropiado en sacarlo a licitación. Así, pidió al concejal de Contratación «que agilice los trámites, se disculpe y tome este asunto como prioritario». «La mesa de contratación tiene que reunirse con urgencia para resolver este tema, porque no podemos convertir un centro de protección gestionado por una protectora, en una perrera gestionada por una empresa privada que, además, no tiene ninguna experiencia en la gestión de estos servicios. No nos da ni confianza, ni tranquilidad».

Por su parte, el grupo Cambiemos dijo que el proceso «debe ser paralizado» hasta que se estudie toda la documentación y se contemplen todas las vías posibles «para facilitar que Asoka y sus voluntarios gestionen el centro animal y no una empresa que en ningún caso va a poner los derechos de los animales por delante de la rentabilidad económica».