A Jaime Pérez (PSOE) no le llegaba la camisa al cuello el día que alcanzó la Alcaldía de Almoradí, lo que fue el resultado más de una cuestión personal que política porque María Gómez (PP), quien encabezaba la lista más votada, sabía que nunca sería la regidora si ello dependía del voto que tenía que darle ese día María Quiles, una exafiliada del Partido Popular que buscó refugio en las filas del partido de Albert Rivera. Aquel día que Pérez cogió la vara de mando nunca olvidará el gesto que ambas se cruzaron. Gómez, perdedora siendo la más votada; y Quiles fraguando su venganza y mirándola fijamente. Es curioso comprobar cómo por aquel entonces Ciudadanos era partidario de dejar gobernar a las listas más votadas como fórmula en aquellos ayuntamientos en los cuales no tenía la mayoría absoluta para gobernar. Esta circunstancia no se cumplió en Almoradí porque el PP obtuvo siete concejales con 3.465 votos (el 38,01%), el PSOE se quedó en 4 ediles, con 1.797 (19,7%), EUPV y Ciudadanos, curiosamente, empataron, con 1.718 sufragios y tres concejales cada uno (18,8%). El PP necesitaba al menos nueve concejales para tener la mayoría en la sesión de investidura y sólo tenía siete, pero ya sabía que iba a pasar a la oposición y que no estarían solos pues Ciudadanos, aunque dio sus tres votos a Jaime Pérez, no se integró en el equipo de gobierno. De hecho ha terminado por hacer pinza con el PP.

Lista

En cambio, y sólo por poner un ejemplo, en Orihuela Ciudadanos tampoco optó por gobernar pero dejó que lo hiciera la lista más votada, la que encabezaba Emilio Bascuñana por el Partido Popular. Al poco, éste le adjudicó sueldo a los tres ediles y firmó un pacto de gobierno que coloca a día de hoy a los ediles naranjas como colaboradores sin competencia de firma, una figura extraña y que si está dando sus frutos no es fácil de resolver. Jaime Pérez, en minoría y con una oposición que no iba a dejarle gobernar, aprendió la lección de que no iban a dejarle hacer nada. El Ayuntamiento entró en un sinvivir porque no podía gestionar por el bloqueo de PP y de Ciudadanos a sus propuestas. María Quiles ha cambiado su discurso durante los últimos meses y ahora va a echar al alcalde que puso como venganza al PP. Eso es realmente el único motivo por el cual María Gómez comenzó el mandato siendo oposición, pero por lo que se ve esa cuenta ya está saldada.