La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, y la de Justicia y Administración Pública, Gabriela Bravo, se desplazaron ayer a la Vega Baja para conocer, de primera mano, los daños provocados por el temporal y para tranquilizar tanto a los alcaldes de la comarca como a uno de los sectores económicos más afectados y más importantes de la zona, el agrícola.

Elena Cebrián, tras una reunión con parte de la corporación del Ayuntamiento de Orihuela y representantes de los servicios de emergencia, subrayó que el próximo viernes van a aprobar un decreto en el Consell para movilizar ayudas para los diferentes municipios afectados por la lluvia, que irán con cargo al fondo de contingencia de 2017. La consellera indicó que dicha partida suele estar más dirigida a la reparación de infraestructuras. Por lo tanto, de cara al sector agrícola, uno de los más perjudicados por las inundaciones, tendrán en cuenta los seguros agrarios, «en los que la Generalitat invierte más de 25 millones», e incluso matizó que si la repercusión es tan grave como reseñan los agricultores, «habrá que recurrir al Ministerio para que nos apoye, ya que la intensa lluvia no solo ha perjudicado al campo de esta autonomía, sino también al de Murcia y Andalucía».

Por otro lado, Cebrián consideró que, una vez que finalicen las jornadas de agua, «hay que hacer una valoración, junto a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), de todo el sistema de encauzamiento del río, de su canalización y de sus conexiones con las redes de alcantarillado, de acequias y de azarbes». Desde el punto de vista de la consellera, el hecho de que se hayan producido pequeños desbordamientos, puede significar que «el sistema de canalización que se acabó tras la última riada de 1987 precisa de algún tipo de mejora».

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, manifestó, en la misma línea, que es necesario abordar una solución, contando también con la Dirección General de Aguas, «para que este tipo de situaciones no se vuelvan a producir, ya que ponen en riesgo la seguridad de nuestros ciudadanos y hace peligrar uno de nuestros motores económicos: la agricultura. Hay que buscar una respuesta para un problema que ya viene de tiempo».

Y es que tanto Bascuñana como otros alcaldes de la comarca, con los que también se reunieron las conselleras en Rojales, criticaron que la CHS no mantenga el río Segura más limpio, «ya que hemos comprobado que cuando se producen estos fenómenos, con el exceso de ramas, se generan muchos problemas de canalización como los que se han sufrido en las últimas horas».