La Generalitat se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de San Miguel de Salinas para estudiar la viabilidad de asumir el coste y gestión de la Escuela Infantil. El edificio destinado a este servicio, financiado con más de 220.000 mil euros de fondos públicos del Plan Confianza, está terminado, sin estrenar desde hace más de cinco años, como reflejó este diario, tras una denuncia de la Asociación de Vecinos de San Miguel Arcángel. El inspector de zona de la Conselleria de Educación visitó las instalaciones poco después de esa publicación junto a la edil Maria José Costa Medrano, además de los concejales de Obras y Servicios y Educación del Ayuntamiento de San Miguel.

A preguntas de INFORMACIÓN sobre estas gestiones, la edil Costa Medrano (UPyD) explicó que la Generalitat está dispuesta a asumir el coste de la apertura y gestión de la Escuela Infantil desde el curso 2017/2018 si el Ayuntamiento cede el edificio, situado junto al antiguo instituto, a la administración autonómica.

Siempre según su versión, los actos vandálicos y desperfectos que a simple vista se observaban en las instalaciones no se han trasladado al interior. Un funcionario técnico de la Conselleria de Educación realizó una inspección del interior de las dependencias, una semana después de la visita del inspector. Según el equipo de gobierno, un primer análisis de las dependencias indica que cumplen con los requisitos para poner en marcha una Escuela Infantil pública y que tan solo habría que abordar la reparación de desperfectos en el acceso principal, que correrían a cargo del Ayuntamiento.

La inspección también ha consultado los datos censales del número de niños empadronados de 0 a 3 años en San Miguel. Las dependencias tienen capacidad para acoger a unos 50 alumnos. Esos datos indican que hay unos 140 niños en esa franja de edad en el municipio. Considerando que se trata de un tipo de enseñanza no obligatoria, y la existencia de otras escuelas infantiles en el municipio, los números, en este sentido, según la edil, son los óptimos para poner en marcha la instalación.

Privado y público

Paradójicamente el municipio cuenta con una escuela infantil privada homologada desde hace unos meses, a cuya inauguración acudió el alcalde de San Miguel, con niños que tienen opción a recibir ayudas públicas, mientras mantiene cerrada la que construyó para prestar un servicio público. Como recogió esta edición, hasta la fecha el Ayuntamiento había mantenido semiabandonado el edificio. De hecho, el acceso al patio no estaba restringido y era utilizado por grupos de jóvenes para hacer botellón. El Ayuntamiento lo cerró también tras la publicación en este diario.

Las obras de construcción del edificio, con dinero del Consell, y sin un convenio previo para garantizar su viabilidad, fueron adjudicadas a una conocida empresa local, receptora de buena parte de la obra pública del municipio.

Al margen de beneficiar la continuidad del trabajo de esta firma local durante la crisis económica, sólo se planteó un convenio un año después de estar terminada.

El Ayuntamiento de San Miguel ya indicó hace unas semanas que no puede asumir desde el punto de vista económico la puesta en marcha del centro. Que necesita, al menos, la contratación de tres profesores, además de un presupuesto de conservación y mantenimiento anual.

La concejal Costa Medrano explicó que para que la voluntad del Ayuntamiento y la Generalitat sea una realidad se debe ceder el edificio a la administración autonómica a través de un acuerdo plenario. Acuerdo que sólo se planteará si existe un proyecto sólido de apertura del centro.

La Asociación de Vecinos de San Miguel Arcángel, que fue la que se hizo eco del estado del edificio y su falta de uso, se mostró prudente a la hora de valorar los pasos que se han dado para abrir el centro, aunque dijo que son positivos porque lo importante es dar uso a una instalación pública que supuso un coste al erario y que está pensada para dar un servicio público.