El exalcalde de Callosa de Segura, Javier Pérez, ha registrado un nuevo escrito en el Ayuntamiento para pedir al regidor, Fran Maciá, que dé marcha atrás y suspenda la intención del equipo de gobierno de cambiar de ubicación de la Cruz de los Caídos, que se encuentra en la Plaza de España, basándose en que existe un proceso judicial abierto para pedir, precisamente, que no se retire el símbolo. A este respecto, el primer edil ha rechazado esa petición alegando que el juzgado denegó adoptar medidas cautelares en torno a esta cuestión y que, aunque Pérez ha recurrido la decisión judicial, ésta no tiene efectos suspensivos.

El recurso contencioso administrativo presentado por Javier Pérez en abril pretendía dejar sin efecto el acuerdo de pleno aprobado por el tripartito ( PSOE, IU y Somos) que acordó «eliminar o retirar» la Cruz de la Plaza de España. El exregidor solicitó entonces medidas cautelares «contra la eliminación del monumento a los caídos y la supresión de las placas conmemorativas» pero el juzgado las descartó. No obstante, Pérez presentó un recurso de apelación que no ha sido resuelto por la sala de lo contencioso administrativo del TSJ. Por eso cree que si se retira ahora, cuando todavía no se ha emitido un dictamen sobre su recurso, el alcalde podría «incurrir en una desobediencia o desacato de una resolución judicial».

La respuesta de Maciá ha tardado menos de 24 horas y recuerda a su antecesor que la medida que pidió Pérez fue desestimada y la apelación presentada no es suspensiva, por lo que le invita a que «consulte a su abogado y le indique correctamente lo procedente» porque «el acuerdo de pleno es ejecutivo y firme, no procediendo la paralización solicitada».

Juicio

La vista oral por esta causa se celebrará en noviembre, si bien el gobierno local no tiene intención de esperar hasta entonces para ver qué se hace con la Cruz y apuesta por trasladarla a un museo o al cementerio más pronto que tarde.

Mientras el asunto se debate en el entorno político y se espera a la vista judicial, la Plaza de España amaneció ayer vacía. De lo vivido durante la jornada anterior, con decenas de personas que impidieron que los operarios se llevaran la Cruz, sólo quedaban unas velas junto al pedestal del monumento. No obstante, la tensión sigue latente y los partidarios de que el símbolo siga en la Plaza de España se mantienen alerta por si tienen que echarse de nuevo a la calle para defender su causa.

Las redes sociales y los servicios de mensajería móvil seguían ayer muy activos en torno a todo este tema, que ha rebasado el debate local para colarse en los informativos de todo el país. Primero porque los vecinos lograron su objetivo de paralizar la retirada del monumento y segundo por la tensión vivida el miércoles por la noche, ante el enfrentamiento de grupos con simbología de La Falange y otros partidarios de la retirada del monumento.

Con todo ello, es de resaltar que nadie sabe a ciencia cierta cuándo el equipo de gobierno intentará de nuevo retirar la Cruz, porque el tripartito defiende su argumento de que incumple la Ley de Memoria Histórica y mantiene su pretensión de cambiarla de ubicación. El miércoles se intentó por sorpresa y no se consiguió, pero los partidarios de que permanezca delante de la fachada de la Iglesia de San Martín temen que se vuelva a repetir y quieren estar preparados.