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La campaña del limón arranca con precios que caen a la mitad

La Conselleria de Agricultura cifra en 0,35 euros por kilo el dinero que se le paga al agricultor, cuando hace un año era de 0,60 céntimos

La campaña del limón arranca con precios que caen a la mitad

La comercialización de los primeros limones de la temporada apenas está teniendo rentabilidad para el agricultor. Según el índice de precios que publica semanalmente la Conselleria de Agricultura, durante los últimos días los cítricos de la variedad «fino primofiori» están alcanzado precios en origen (lo que cobra el productor) de una media de 0,35 euros por kilogramo, lo que deja un escaso margen de beneficio. Durante la misma semana de 2015, el valor del mismo producto osciló en una media de 0,60 euros, casi el doble. La situación que explica esa disminución es, según la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja), que las grandes empresas exportadoras han comenzado vendiendo sus propias cosechas y están presionando a los agricultores para que bajen los precios.

El presidente de Asaja, Eladio Aniorte, criticó ayer las presiones que los grandes exportadores están ejerciendo en los agricultores para que vendan las cosechas a un menor precio. El mismo dijo que los mercados no están saturados de cítricos y, por lo tanto, el descenso de precios no se puede explicar por la ley de la oferta y la demanda, que mantiene que cuando hay un exceso de producto en el mercado desciende su valor. Aniorte consideró que si los agricultores rechazan vender sus cosechas a esos precios tan bajos y resisten unas semanas más, a principios de año los limones se volverán a vender a importes que rondarán el euro por kilo, casi el triple de lo que están cobrando ahora, porque las empresas exportadoras empezarán a ver agotada su producción.

Competencia

Otro de los factores que apunta Asaja en relación a esta bajada de precios es la competencia que supone para los productores nacionales la entrada de cítricos procedentes de Sudáfrica y, sobre todo, de Turquía. En este sentido, la organización agraria viene reclamando una mayor regulación de la Unión Europea por dos cuestiones. Una de ellas es que consideran que ese producto que procede de fuera de las barreras comunitarias se ha producido con fitosanitarios y otros químicos que están prohibidos pero que les cuestan más baratos. Otra de las cuestiones que critican es que ya se han detectado numerosos lotes de limones infestados por plagas, y sobretodo con la enfermedad conocida como «mancha negra» (guirnardia citricarpa), lo que puede acabar contagiando las producciones españoles y suponer la ruina para muchos agricultores.

A pesar de esas cuestiones, hay motivos para pensar que en 2016-2017 habrá una buena campaña. Uno de los grandes productores de cítricos en la Vega Baja, Antonino Fabregat, apuntó que en 2015 la producción cayó hasta un 30% en comparación con el año anterior por las altas temperaturas de mayo de 2015, que dañaron los frutos. Así, este año la climatología ha sido más benevolente y se espera que haya un aumento de las cosechas.

La producción de cítricos supone una parte importante de la cosecha de invierno en la provincia y alcanza cerca de las 700.000 toneladas, de las que más de 300.000 son de limones. En su práctica totalidad se producen en la Vega Baja. El 20% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comarca está ligado a la actividad agraria, que genera el 15% del total de los puestos de trabajo y supone el 40% de sus exportaciones.

La Vega dispone del 20% de toda la superficie agrícola de la provincia pero es tan productiva que genera casi el 50 por ciento del total de la cosecha hortofrutícola alicantina.

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