El juzgado de lo Contencioso de Elche ha dado la razón al Ayuntamiento en la demanda que interpuso contra el Consistorio la exdirectora de la Biblioteca Pública María Moliner en abril de 2014, cuando Orihuela Cultural, la empresa municipal encargada de la gestión de cultura, no renovó su contrato, de seis meses, al frente de la biblioteca, al nombrarse directora de la misma a una funcionaria.

La exdirectora entendió entonces que se trató de un despido improcedente y llevó al Ayuntamiento a los tribunales, pero más de dos años después el juez ha considerado procedente el despido. Según se apuntó entonces, la empleada de Orihuela Cultural tenía un contrato de seis meses que, al acabar, no se renovó y se optó por nombrar a una funcionaria con el objetivo de cumplir así los requisitos que marcaba la Red de Bibliotecas Públicas Valenciana para que la María Moliner pudiese adherirse a la misma. De hecho, la biblioteca forma parte de esa red desde marzo de 2015, y uno de los requisitos pasaba porque la dirección la asumiera una funcionaria municipal.

Este fue una de las sentencias que pasaron ayer por la junta de gobierno local, además del rechazo de otra demanda por parte de un Policía Local que, una vez pasado el proceso de selección para la obtención de una plaza, no consiguió pasar el periodo de prueba, por lo que fue despedido de la plantilla.

Medio centenar de casas

El área de Urbanismo, como viene siendo habitual, fue uno de los puntos más densos con la concesión de licencia para la reforma de una vivienda, la construcción de dos casas familiares con piscina, otras 10 sin ella y dos complejos de viviendas, uno de 19 inmuebles y otro de 36. De la misma forma se aprobó una modificación de un proyecto de construcción de 31 viviendas, que data del año 2014, y en el que se solicitaban reducir el número de casas a 21. Todos estos proyectos se desarrollarán en la Costa. También se dio luz verde al alquiler de una parcela en Molins para actividades deportivas, por un importe de 16.200 euros anuales.