El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, justificó ayer que el equipo de gobierno esté tratando de aprobar el presupuesto de 2016 en la recta final del año, lo que hará que el texto entre en vigor dos o tres días antes de terminar el año, si es que se consigue llegar a tiempo, debido a una petición expresa de los técnicos municipales. El primer edil realizó estas declaraciones durante una entrevista ciudadana en Radio Orihuela Cadena Ser. Bascuñana dijo que «en septiembre y octubre di la orden de que se detuviese la tramitación del presupuesto de 2016 y se trabajara en la de 2017. Sin embargo, los técnicos me insistieron en la necesidad de aprobar el presupuesto, debido a que el año próximo había que hacer frente a una serie de pagos», para lo que había que subsanar las cuentas de este 2016.
«La liquidación del presupuesto de 2015 ha saneado 20 millones de euros», dijo el edil, necesarios para hacer frente a estas obligaciones de pago de cara al año próximo y que pasan, entre otras, por afrontar los primeros abonos del plan de pago a proveedores que las administraciones locales realizaron en 2012 a instancias del Ministerio de Hacienda.
En cuanto a la hoja de ruta económica de cara a 2017 y para la que su socio de gobierno, Ciudadanos, le dio de plazo hasta el 28 de febrero para llevarla a pleno, Bascuñana apuntó a que «estará mucho antes, no me atrevo a dar plazos, porque no es una cosa que dependa solo de uno, pero podría estar incluso antes de finales de año»; algo difícil, teniendo en cuenta que eso supondría que el Ayuntamiento estaría tramitando dos presupuestos al mismo tiempo, pues hasta finales de diciembre no concluye el proceso de aprobación de los presupuestos.
Alegaciones
En cuanto al presupuesto de 2016, cuya aprobación inicial tuvo lugar el pasado viernes, hoy comienza el periodo de alegaciones a los mismos, tras publicarse ayer en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante (BOP). En las alegaciones está la clave para determinar si dará tiempo o no a que entre en vigor. El plazo para que los ciudadanos aleguen concluirá el próximo 21 de diciembre. A partir del día siguiente, el 22, se deberá convocar una comisión para el estudio de dichas alegaciones, que depende el número, retrasará más o menos esa convocatoria. Una vez resueltas, vuelve a abrirse el plazo para que los grupos políticos presenten votos particulares para el debate de esas enmiendas en el pleno de aprobación definitiva y, una vez la Corporación le de luz verde, deberá remitirse de nuevo al BOP para su aprobación definitiva. Un hecho que hará, teniendo en cuenta que el día 26 es festivo y que el 31 es sábado, que el equipo e gobierno deba apurar los plazos al límite.
