La aprobación del presupuesto permitirá dar aire al equipo de gobierno porque entrar en 2017 con un presupuesto que, aunque realmente fuera proyectado para 2016 -con datos elaborados en 2015- será sin duda más actual y ajustado que el que se maneja que data de 2012, con datos, proyectos, ingresos y gastos que serían de hace cinco años. Si, como ayer aseguró el PSOE, también lo hace para tapar que se ha gastado 8 millones de euros más de los 67 millones de ese presupuesto vetusto, no se sabrá, aunque por lógica las facturas deberán aprobarse en junta de gobierno antes de concluir el año y esos números se verán por la oposición que lo denunciará.

Lo que nadie se explica es por qué no ha aprobado, en la misma jugada, los de 2017 porque ha tenido tiempo más que suficiente para ello y se habría apuntado un tanto al hacerlo, como hizo San Vicente del Raspeig el pasado jueves, aprobando los suyos para el nuevo ejercicio antes que nadie.