El Fiscal General del Estado en materia de Medio Ambiente y Urbanismo estudia los perjuicios que podría causar el proyecto de urbanización de Cala Mosca, que contempla la construcción de unas 1.500 viviendas «sobre el espacio natural de esta zona y las especies protegidas allí presentes», en relación a la importante presencia de la jarilla de cabeza de gato, planta protegida incluida en la categoría de vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazadas desde finales de 2014. De hecho, esta declaración frenó entonces la construcción, aunque el promotor del proyecto de construcción del sector «D1-Alameda del Mar», como se le conoce técnicamente, entregó en febrero del 2015 la modificación del proyecto que elimina las zonas protegidas por la Generalitat, y que afectaban a una parte de las 2,93 hectáreas blindadas por el Consell, aunque cuando se dio a conocer la resolución el 27 de octubre de 2014, el entonces edil de Medio Ambiente, Manuel Gallud (Los Verdes), anunció que recurriría la decisión para que la zona protegida se ampliara hasta las 3,51 hectáreas.

Por tanto, el proyecto se encuentra ahora a la espera de que el Ayuntamiento lo someta a exposición pública, para que la ciudadanía pueda presentar las alegaciones oportunas, según apuntó ayer la edil de Cambiemos Orihuela, Marta Guillén, quien ha tenido acceso al expediente.

Guillén criticó que desde el actual equipo de gobierno no se haya hecho nada para frenar la culminación del proyecto urbanístico que lleva en el aire desde que en 2011 el Parlamento Europeo, tras una denuncia del Partido de la Costa, Claro, exigiera a la Conselleria que lo paralizase a la espera de un informe de evaluación ambiental que no era necesario cuando se aprobó hace más de una década. Es más, Guillén no solo apuntó a que el Consistorio no haga nada por frenarlo, sino que, en una reunión mantenida en noviembre de 2015, y en la que quedó constancia en el informe, el Consistorio instó a los promotores a ultimar la declaración para someter el proyecto a exposición pública, por lo que este requerimiento de la fiscalía general del Estado podría ser la causa de que aún no se haya producido.

Protección

Desde Cambiemos Orihuela, instaron ayer a la Generalitat a incluir este espacio de Cala Mosca en el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde (Pativel), que acabaría con cualquier posibilidad de construcción y serviría para revertir el daño ya causado, pues la parcelación ya está realizada desde antes de que se paralizara el proyecto en 2011, aunque tendría que ser modificada tras protegerse una zona en 2014 con la resolución de la Conselleria.

La edil Guillén asegura que es consciente de que la inclusión en el Pativel y su consecuente paralización definitiva del proyecto, podría suponer una indemnización millonaria de la constructora, pero «se trata de interponer el valor ambiental al económico y salvar el último kilómetro de playa virgen de Orihuela».