Usuarios del Palacio de Justicia y fuentes del edificio judicial torrevejense han señalado a este diario que todos los aseos disponibles públicos para personas con discapacidad, dos por planta, en esas instalaciones están cerrados bajo llave. Las mismas fuentes aseguran que además de ser una medida para prevenir problemas de salubridad se han convertido en unas instalaciones de uso exclusivo de los jueces, que son, aseguran las mismas fuentes, los que cuentan con llave de acceso.
Ese cierre deja a las personas con necesidades especiales sólo con la posibilidad de utilizar los aseos de la primera planta disponibles para el público, y que no están adaptados. La Conselleria de Justicia, responsable de la gestión y mantenimiento de los recursos de la administración de Justicia, ha negado esa acusación, mientras que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no se ha pronunciado.
Según la Conselleria de Justicia, los juzgados de Torrevieja cuentan en cada una de sus cinco plantas con dos aseos adaptados para personas con necesidades especiales que «normalmente están bajo llave por motivos de higiene y salubridad dado que estas instalaciones tienen un menor uso». En todo caso, asegura la misma fuente, si «cualquier persona con movilidad reducida o cualquier otra minusvalía necesita usarlos la llave está a su disposición en el mostrador de atención al ciudadano de cada planta». A la Conselleria de Justicia «no le consta» ningún tipo de queja por parte de los usuarios del juzgado porque el aseo adaptado no estuviera disponible cuando lo han necesitado.
Justicia no se pronuncia sobre si estos aseos son los que están a disposición casi de forma exclusiva para los jueces, según reiteran las citadas fuentes consultadas por INFORMACIÓN. Este diario ha podido comprobar que los carteles indicativos de la existencia de los aseos han desaparecido de las puertas y que el personal deriva a cualquier usuario que lo solicite a los aseos públicos situados en la primera planta, que son los que están abiertos al público durante toda la mañana sin restricciones.
Por los juzgados de Torrevieja, uno de los que registra mayor actividad de España, pasan cientos de personas a diario y trabajan más de un centenar de funcionarios en sus diez juzgados operativos. En especial, la afluencia se concentra en el Registro Civil y la firma de las personas con antecedentes en la planta baja, para la que se realiza una cola desde el exterior a diario.
Escasos recursos
Todos los espacios disponibles están ocupados por falta de dependencias. Por ejemplo, las peceras para los detenidos se han reconvertido en despacho mientras que los legajos con expedientes judiciales inundan cualquier rincón de cada uno de los juzgados, en los que se han habilitado salas de vista desdoblando despachos y tirando paredes. Algo que ha generado episodios en los últimos años como la caída completa de estanterías sobre los puestos de los funcionarios, o la acumulación de pruebas de causas ocupando la última planta del edificio del Palacio de Justicia.
Esa precariedad de recursos se traslada también a la disponibilidad de aseos públicos, pese a que los juzgados se habilitaron en un edificio de cinco plantas en 1999 y se ampliaron con un edificio similar anexo a mediados de la década pasada, en uno de los crecimientos de partido judicial más espectaculares del país.
