Los vecinos de Orihuela no tienen ninguna forma de acceder al cementerio nacional de forma peatonal. La Nacional 340 separa el camposanto del resto de la ciudad, y no existe ningún paso de cebra por el que poder cruzar la vía en varios kilómetros. Por tanto, la Guardia Civil tuvo que regular el tráfico e improvisar, con conos, estos pasos peatonales. La oposición ya lo pidió de cara al año pasado, y pese a que desde el Ayuntamiento se encargó un estudio de viabilidad para el acceso a peatones, desde el Ministerio de Fomento, órgano del que depende la citada vía, se solicitó hace unos meses más información al Consistorio oriolano para determinar su viabilidad, ya sea con un paso de cebra convencional, o uno semafórico.