Vecinos del municipio de Catral han mostrado su "sorpresa" ante la situación de los dos hermanos, de 17 y 15 años, que han sido rescatados tras vivir más de siete años en cautiverio en la casa familiar, sin escolarizar, sin asistencia sanitaria y totalmente aislados de la sociedad.

La noticia ha causado revuelo entre ellos, que "desconocían" los hechos y que, según han contado los vecinos, tanto a la madre, de 49 años, y su actual pareja, de 30, como a los niños "se les veía gente normal y educada" que, "dos veces al día, y los menores en alguna ocasión, sacaban a su perro a pasear".

La pareja, cuyos miembros son de nacionalidad suiza, fue detenida tras el rescate por los delitos de malos tratos en el ámbito familiar hacia los hijos y detención ilegal y, posteriormente puestos en libertad con cargos.

Según la Guardia Civil, la hija mayor de 17 años fue quien pidió ayuda por correo electrónico a la fundación ANAR de ayuda a niños y adolescentes, en un descuido de la madre que, según la menor, le pegaba palizas y la tenía amenazada si la denunciaba a la policía.

Residentes del edificio, ubicado en el número 9 de la calle Músicos Hermanos Aguilar, han desvelado que no han tenido problemas con esta familia, aunque "nada más llegar" sí vivieron un episodio, ya que tuvieron que advertirles porque "ponían la música en la vivienda a todo volumen".

Otros de los habitantes del entorno de la vivienda han expuesto que, en alguna ocasión, "los niños agachaban la cabeza e, incluso, se tapaban la cara" cuando se los cruzaban.

Asimismo, ha contado que, justo la noche del pasado viernes, sobre las 20.00 horas, la pareja y el hijo de 15 años -la niña de 17 años que denunció los hechos ya ha sido recogida por su padre biológico, con el que se ha trasladado a Suiza-, abandonaron la vivienda "con bolsas de ropa" y se marcharon en su coche.

La pareja y los menores, de origen suizo, residían en esta vivienda desde hace un mes, como ha confirmado la inmobiliaria que gestionaba su alquiler.

La pareja contactó con la inmobiliaria directamente en busca de un alquiler y, tras llegar a un acuerdo, suscribieron un contrato de un año, según ha podido saber Efe.

La pareja al parecer "estaba al corriente de pago" porque, a día de hoy, no se habían recibido quejas del dueño de la vivienda.