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Hospital de Orihuela

La Unidad de Salud Mental atiende este año a una media de diez menores cada día

Las principales patologías de los menores tratados en el Hospital Vega Baja están relacionadas con hiperactividad, déficit de atención o ansiedad

La Unidad de Salud Mental atiende este año a una media de diez menores cada día

La Unidad de Salud Mental Infantil del Hospital Vega Baja atiende cada día a una media de 10 pacientes menores de edad en régimen ambulatorio. Durante los primeros ocho meses del año han sido un total de 2.034 atenciones las prestadas a usuarios de menos de 18 años. Entre las patologías más atendidas se encuentran los trastornos de conducta, déficit de atención, hiperactividad o ansiedad, mientras que para los casos más graves el centro dispone de una Unidad de Hospitalización Psiquiátrica infanto-juvenil que acoge a pacientes de toda la provincia y algunos llegados de la vecina región de Murcia. Entre enero y agosto de este año, han sido ingresados 76 menores.

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, este diario contactó con el centro hospitalario de Orihuela para conocer cómo se trabaja en dicha Unidad, considerada de referencia en la provincia en cuanto a los casos que requieren hospitalización, mientras que los que precisan de tratamiento ambulatorio llegan exclusivamente de los Departamentos de Salud de Orihuela y Torrevieja, que cubren toda la Vega Baja.

La Unidad de Salud Mental infanto-juvenil funciona desde 2008, presta un servicio psicoterapéutico y en la actualidad está dirigida por la doctora Isabel López Arteche. El equipo que trata a los pacientes, y que también se ocupa de ayudar a las familias, está conformado por tres psiquiatras y una psicóloga, incluyéndose asimismo el equipo de enfermería.

Según explica el psiquiatra Roberto Belmonte Trigueros, entre las principales patologías que se atienden a nivel ambulatorio predominan los trastornos de conducta, los trastornos de déficit de atención con hiperactividad o trastornos de ansiedad; mientras que a nivel de hospitalización predominan los trastornos de conducta graves, con comportamientos autolesivos o suicidas, los trastornos afectivos, depresiones, manías y menos frecuentemente los trastornos psicóticos y trastornos del espectro autista.

Cambio generacional

Preguntado sobre si han aumentado las patologías en los últimos años, el mismo psiquiatra valoró que, aunque no disponía de datos estadísticos oficiales, su sensación es que así es y que está en aumento debido a varios factores. Destacó entre ellos «una mayor oferta de servicios sanitarios, una mayor concienciación por parte de la población, que poco a poco ha disminuido la estigmatización y se tiene menos reparos en solicitar ayuda de un psicólogo clínico o un psiquiatra, y tal vez el cambio generacional que nos ha podido traer una sociedad más materialista, menos tolerante y más demandante de ayuda, donde a los niños se les trata como si fueran adultos pequeños, y no como lo que son, niños; pero esto es solo una opinión personal», apuntó.

Belmonte Trigueros explicó que para trabajar con estos pacientes «se procura diseñar un plan individualizado para cada caso concreto, donde se consideran las circunstancias sociofamiliares, escolares, medicas y psicológicas, requiriendo para ello la colaboración del colegio o instituto, servicios sociales, familia, pediatras u otros profesionales sanitarios involucrados en el bienestar físico y psicológico del niño o adolescente».

La familia «obviamente juega un papel primordial en la salud y el bienestar de los niños y adolescentes». Para ello «se les trata de involucrar mediante entrevistas individuales o sesiones familiares donde se les intenta explicar e implicar en el manejo de las conductas y síntomas de sus familiares y abordar las dinámicas familiares inadecuadas en aras de conseguir un mejor pronóstico».

Desde la dirección del Hospital explicaron que para hacer frente a las necesidades formativas de los jóvenes hospitalizados, existe una docente que es la encargada de atender los aspectos educativos durante la estancia hospitalaria, así como de valorar otras necesidades docentes. «Lo que se pretende durante el ingreso es fundamentalmente descubrir las capacidades de los adolescentes con historias de fracaso escolar y abandono y generar en ellos el deseo de aprender».

La unidad de hospitalización cuenta con ocho camas, una sala polivalente destinada a sesiones de terapia, gimnasio, comedor, sala de atención a la familia, aula escolar y sala de estar.

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