La Plataforma Fuerza Nacional ha registrado un escrito en el Ayuntamiento de Callosa de Segura advirtiendo al equipo de gobierno que iniciará acciones judiciales en caso de que se modifique o se retire la Cruz de los Caídos ubicada en la Plaza de España. El colectivo considera que con esa pretensión, los gobernantes podrían incurrir en un delito contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos, otro de prevaricación y un tercero contra los bienes de valor histórico, artístico científico o cultural. El asunto está siendo valorado por los servicios jurídicos, según trasladaron fuentes municipales.
El escrito de esta plataforma se suma al de otra organización de corte nacional y defiende que el monolito es propiedad de la Iglesia Católica y, aunque fuera de titularidad pública, el Ayuntamiento «carecería de base legal para retirar la misma ya que las personas que en dicho monumento se recuerdan y el monumento en sí, ni exaltan la rebelión militar ni la Guerra Civil ni la represión de la dictadura».
«En la cruz existe una placa conmemorativa de nacionales españoles difuntos que entregaron la vida por sus ideales. Su ilícita retirada conculcaría gravemente los derechos humanos universalmente proclamados y, particularmente, los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución de los que en ella se conmemoran, de sus familias, amigos y de todas aquellas personas que se sienten identificadas y hacen suya la expresión y significado de la cruz y la memoria de aquellos difuntos que se recuerdan».
Disconformidad
Al margen de este asunto, la plataforma ciudadana en defensa de la cruz está organizando una «concentración festiva» para este viernes a las 20.30 horas para mostrar su disconformidad con la decisión del equipo de gobierno de trasladar o eliminar el monolito al estimar que está afectado por la Ley de Memoria Histórica.
Mientras toda esa situación está causando un polémico debate en la localidad, con posiciones enfrentadas, la parroquia de San Martín ordenó recientemente retirar algunas de las placas del monolito, las que recordaban a José Antonio Primo de Rivera y otras falangistas.
