Limpio, por fin. El Grupo de Montaña de Callosa de Segura, en colaboración con el Ayuntamiento, ha realizado labores de limpieza para borrar las numerosas pintadas que afectaban a los restos del Castillo del siglo X, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC). La actuación la ha realizado el grupo de escaladores tras recibir instrucciones de especialistas en conservación de patrimonio debido a que se encuentra ubicado en la ladera de la Sierra, a 200 metros de altura.
El regidor municipal, Fran Maciá, explicó que dado que el Castillo se encuentra en una zona de muy difícil acceso para personal especializado en la eliminación de las pinturas existentes en los muros, desde el Ayuntamiento se solicitó ayuda al Grupo de Montaña de Callosa ya que ellos cuentan con personal cualificado para acceder al lugar en la que se erigía el antiguo Castillo Califal. Los montañeros aceptaron este reto para ayudar a la conservación del patrimonio municipal y recibieron instrucciones teóricas y prácticas para la ejecución de los trabajos de eliminación de pinturas por parte de personal cualificado especializado en restauración de edificios.
«Teniendo en cuenta que se trata de un edificio declarado BIC así como la antigüedad de la edificación, para la eliminación de las pinturas se propuso optar por aplicar mortero bastardo muy líquido compuesto por cuatro partes de agua, una parte de cemento blanco y una parte de poliacetato de vinilo, consiguiendo unarehabilitación de la zona afectada acorde con las características del resto del edificio», detalló Maciá.
Hace ahora casi un año que el equipo de gobierno de Callosa de Segura denunció ante la Guardia Civil y la policía autonómica especializada en la protección del patrimonio las pintadas que dañaban los muros exteriores del castillo. Esos destrozos se unían a los daños de muros interiores de la torre del homenaje que ya se realizaron en el año 2013.
Aunque en la actualidad se conserva muy poco de lo que fue esta fortaleza, se trata de uno de los restos más antiguos de esa época en la provincia alicantina. Según recoge la web municipal, era un tipo de Castillo de forma alargada, cuya cara suroeste era recta de 30 metros y sin salientes, y la fachada noroeste poseía forma escalonada. En su interior existía un aljibe que conserva el enlucido y el arranque de la bóveda de medio cañón que lo cubría.
Callosa fue creciendo desde la época arábiga al pie de esta fortaleza, ubicada en un emplazamiento tan elevado por motivos principalmente defensivos. También existía una muralla que envolvía a la población de Qalyusa y que servían para proteger a los habitantes de este lugar en caso de situaciones de peligro.
