La vieja plaza de toros de Orihuela, que se encuentra en estado de ruina, se reconvertirá en un espacio multiusos para realizar actividades de ocio y espectáculos con una capacidad para 2.800 personas. El proyecto presentado ayer por el Ayuntamiento contempla una inversión de 403.000 euros e incluye zonas verdes en el exterior, un servicio de cafetería, aseos públicos y un pequeño museo que recordará la historia taurina de la localidad. La reforma costará 403.000 euros y según dijo ayer el alcalde, Emilio Bascuñana, podría estar realizada en un año.
La actuación comprende obras en un perímetro de 7.500 metros cuadrados y se financiará con fondos municipales, en concreto y según explicó el regidor, con remanentes que han ido sobrando desde el 2008.
La materialización de la obra incluirá el derribo de las zonas más afectadas por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento -lleva 30 años cerrada- y la construcción de otras nuevas. El arquitecto que dirigirá los trabajos será Rafael Legidos, quien ya redactó proyectos de intervención en la Plaza en 2012 y 2013, aunque nunca llegaron a materializarse. Ahora el consistorio le pagará 3.000 euros más para adaptar los trabajos técnicos que ya había realizado con anterioridad.
El técnico explicó ayer que se conservará sólo el primer anillo de gradas de la Plaza, el del interior, puesto que los otros dos están muy deteriorados. Dichas gradas tendrán capacidad para 1.600 personas, mientras que cuando sea necesario se podrán disponer sillas en el espacio que antes estaba destinado al ruedo, donde cabrían otras 1.200 personas. Al reducir parte de la estructura, la que se encuentra más dañada, el muro exterior verá reducida su altura desde los actuales 5,8 metros hasta los 3,8. No obstante, se conservarán algunos de los elementos más distintivos como las verjas de hierro.
La reforma del coso contempla igualmente eliminar parte de la estructura original, y lo que antes estaba destinado a la zona de caballería, los establos, se convertirán en un parque público con jardines que quedarán en el exterior del recinto. Alrededor de la plaza se instará un sistema de luces circular que recordará la dimensión que tenía el coso taurino en su estado original. El ruedo medirá 1.420 metros y la superficie exterior 5.095 metros.
