La Consejería de Medio Ambiente de Murcia anunció ayer que en diciembre concluirá los trabajos de emergencia en el vertedero de Proambiente, en Abanilla, en los que ha retirado 13.800 toneladas de lixiviados. Mientras, la Generalitat anunciaba que, por lo que respecta a Orihuela, los trámites previos , en el que la Conselleria invertirá 800.000 euros, «están en la recta final, en lo que supone un esfuerzo conjunto de todos los departamentos: contratación, supervisión de proyectos, servicios técnicos y servicios administrativos. El objetivo es eliminar el fuego interior de la masa de residuos y proceder al sellado, afirmó ayer el director general de Medio Ambiente, Joan Piquer.
En la última fase del proyecto que lleva a cabo Murcia, se trata de «recuperar la zona y eliminar el riesgo de un problema que preocupa a la sociedad y al Gobierno regional», explicaba la consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá. Los trabajos cuestan 2.932.220 euros y se sufragan gracias a un aval que dio en su día la mercantil para una ampliación.
Las líneas de trabajo de esta última fase del proyecto de restauración del vertedero se han centrado en estabilizar y sellar la masa de residuos en las diferentes ubicaciones afectas en los vasos 1-2 y 3; y en implantar las infraestructuras para la captación, extracción, almacenamiento y gestión de los lixiviados y del biogás producido por los residuos. Para estabilizar los taludes del Vaso 1-2, estableciendo las pendientes adecuadas, se ha efectuado un movimiento de residuos de unos 60.000 metros cúbicos. Esta última fase supondrá la incorporación en las capas de sellado del vertedero de 240.000 metros cúbicos (entre tierras y arcillas), 36.000 metros cuadrados de lámina de polietileno y 69.000 metros cuadrados de geotextil, que impedirán la entrada de agua de lluvia y la consiguiente formación de lixiviados, impidiendo, a su vez, la salida difusa del biogás, y la reducción de olores.
Pozos
El sellado permitirá la puesta en marcha de un sistema eficiente de pozos de extracción del biogás y su adecuada gestión, y el establecimiento de una capa vegetal con el fin de minimizar los riesgos del vertedero.
En estos meses se han extraído y gestionado en plantas de tratamiento de residuos 13.800 toneladas de lixiviados. Las labores de emergencia llevadas a cabo por la Consejería comenzaron el 9 de noviembre de 2015, y desde esa fecha no se ha parado ni un momento de actuar en el desarrollo de todas las acciones necesarias para recuperar la zona y eliminar los riesgos. La actividad está suspendida desde 2011. En 2013 la mercantil inició la ejecución de los trabajos de restauración, sellado y adaptación del lugar, según el proyecto recogido en una resolución de Medio Ambiente. En julio de 2015 se constató desde la Consejería que la mercantil no cumplía con el cronograma de ejecución previsto en el proyecto aprobado.
