El Consorcio de Residuos de la Vega Baja pretende poner en marcha la gestión consorciada a partir de enero de 2017, de tal forma que los 27 ayuntamientos de la comarca paguen una tasa similar por eliminar sus desechos con independencia del vertedero que tengan asignado. Esta pretensión corregirá el desequilibrio que existe en la actualidad entre los distintos municipios, que abonan cantidades diferentes en función de las plantas de tratamiento que les dan servicio, que son las de Murcia, Jijona, Elche y Alicante, lo que ha generado quejas de los alcaldes durante el último año.

Para explicar cómo se ha de articular todo este proceso, el presidente del Consorcio, Manuel Pineda, ha convocado a todos los regidores de la comarca a dos reuniones que se celebrarán hoy en la sede de la Diputación en Rojales. A dicho encuentro acudirá también el director general de Calidad Ambiental de la Generalitat, Joan Piquer. Allí se detallarán los acuerdos plenarios que han de adoptar cada uno de los 27 municipios durante el próximo cuatrimestre para poder poner en marcha la nueva forma de gestión unificada. Para ello es imprescindible que los ayuntamientos cedan al Consorcio la potestad gestionar el pago por la eliminación de la basura. Así, serán los consistorios los que abonen después la parte que les corresponda al Consorcio.

El primer paso para poder abordar todo este asunto y que la Vega Baja tenga, por fin, una gestión consorciada de las basuras, será la aprobación de las bases técnicas del nuevo proyecto de gestión del Plan zonal. Dicho estudio fue encargado a una empresa murciana, con un coste de 21.538 euros, y estará finalizado a mitad de septiembre. Se trata de un documento fundamental porque en él se propondrá de qué forma se deben tratar las cerca de 247.000 toneladas de desechos que se generan anualmente en la Vega, describiendo cuáles son las instalaciones que se precisan para el tratamiento de los desperdicios, es decir, los vertederos. Asimismo, se deberá explicar cuántas plantas de transferencia de desechos hacen falta. Este último servicio será imprescindible para poder unificar el coste del tratamiento de los desechos en vertedero de forma equitativa entre todas las localidades.

Transferencia

Sólo con una planta de transferencia se lograría unificar el coste del transporte de los residuos de diferentes municipios hasta los vertederos autorizados. Esa planta permitirá que las localidades aboquen allí sus basuras para ser compactadas después en grandes vehículos y trasladadas de forma conjunta hasta las plantas. Hasta ahora se lleva en pequeños camiones, lo que genera más gasto y más impacto ambiental. Si bien la puesta en funcionamiento de esa planta de transferencia no será fácil. Será la Generalitat la que tendrá que decidir su ubicación porque ningún ayuntamiento se ha mostrado voluntario para ofrecer terrenos y albergar la instalación a cambio de recibir compensaciones. Y ese es un asunto del que también tendrán que hablar hoy.