El gobierno valenciano está dispuesto a acabar con una de las principales problemáticas medioambientales que se ha encontrado al tomar posesión. Se trata del total sellado de los vasos del vertedero de Proambiente, hoy cerrado, situado entre los términos municipales de Abanilla, en Murcia, y Orihuela, en la Comunidad Valenciana. El Consell dictó recientemente un decreto por vía de urgencia con una vigencia de seis meses para llevar a cabo los trabajos de sellado y restauración en el controvertido vertedero y su entorno.
En concreto, los trabajos se van a centrar en el sellado de los vasos colindantes entre las dos regiones, la murciana y la valenciana. Se trata del vaso cero y dos vasos más que están en terrenos de ambas comunidades autónomas. Además, se va a construir una balsa de contención de los lixiviados, el líquido que se produce por la descomposición de la basura, se retirará el blending- la acumulación de residuos para la posterior producción de energías renovables y electricidad que se estaba llevando a cabo aunque sin licencia según las denuncias que se interpusieron en su día-.y se procederá al presellado de las fincas agrícolas donde se enterraron hasta un millón de toneladas de basura de manera ilegal y que investiga la justicia.
Para llevar a cabo las obras, la Conselleria de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Calidad ambiental, invertirá 800.000 euros. Por su parte, el Consorcio de Residuos dispondrá otros 300.000 euros más y la Diputación de Alicante colaborará en estas actuaciones con otros 200.000 euros. En total, 1.300.000 euros para iniciar la primera fase de sellado y restauración, tras años en los que apenas se ha hecho nada en la parte valenciana del vertedero, no reconocido por los anteriores gobernantes del PP. «Por fin, después de muchos años, Valencia actúa. Estamos muy contentos». Quien se muestra así de satisfecho es el presidente de Vertivega, Vicente Pérez, quien la pasada semana se reunió con el director de Calidad Ambiental, Joan Piquer, en la capital valenciana. «Desde nuestra plataforma queremos agradecer también al gobierno murciano y a los ayuntamientos de Abanilla y Orihuela su implicación para que los malos olores y los problemas que está causando ese vertedero ilegal puedan tener sus días contados, aunque es un camino largo», señaló Pérez a este diario.
Ayuda ministerial
Ambos gobiernos regionales ya han solicitado al Ministerio de Fomento la inversión de 2.000.000 de euros para la descontaminación tanto de los terrenos que ocupa el vertedero como los del entorno del mismo mediante la técnica de la biorremediación, consistente en el cultivo de bacterias que descomponen biológicamente la basura evitando así los malos olores que emanan y que son apreciables en la pedanía oriolana de La Murada y en Los Carrillos, en Abanilla. «Queremos que en la parte murciana también se empleen las bacterias para eliminar el hedor. Se van a hacer pruebas en una pequeña balsa para ver su efectividad y permitiría, además, usar el agua contaminada ahora por lixiviados para regar, una vez eliminadas las toxinas por parte de las bacterias», manifestó a este diario el alcalde de Abanilla, Ezequiel Alonso.
También se usará esta técnica en las fincas agrícolas que acumulan toneladas de basura en el subsuelo y que el Consell va a presellar ante la imposibilidad económica y técnica de trasladar esos materiales enterrados ilegalmente a un vertedero, como ya publicó INFORMACIÓN. Se van a arrancar los cultivos que ya no se podrán vender, algunos de ellos ya amarillos al tocar las raíces los lixiviados. De hecho, los propietarios de parcelas colindantes, ajenas a esa actividad ilegal, han decidido retirar los productos que cultivaban.
Las presuntas irregularidades cometidas durante años en este vertedero por sus propietarios, la familia Fenoll, sobre todo por el cabecilla de la trama Brugal e investigado en otras tantas causas judiciales, el polémico empresario Angel Fenoll, están pasando factura una vez clausurada la actividad en esta planta. Fenoll está acusado, entre otros delitos, de ordenar el enterramiento de miles de toneladas de residuos y, recientemente, un juzgado de Cieza ha dictado un auto de procedimiento abreviado contra él al considerar que Proambiente vertió basura en terrenos protegidos de la Sierra de Abanilla.
Colaboración de Murcia
La colaboración entre las administraciones valenciana y murciana, de distinto signo, es total en cuanto al vertedero. La región vecina fue la primera en dictar un decreto que destinaba más de 5.000.000 de euros a la restauración de la zona afectada en esa comunidad. Además, está construyendo una balsa de acopio de lixiviados de 58.000 metros cuadrados en lo que iba a ser el vaso número 4 y llevó a cabo el presellado del vaso inicial, que ahora revisarán los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente por si es necesario un nuevo sellado. Este decreto finaliza en octubre tras 8 meses de trabajos.
