Hacía muchos años que no pasaban animales por la Cañada Real de la Costa, la que une en un tramo de algo más de 14 kilómetros Punta Prima y Cabo Cervera en Torrevieja. Esta mañana un rebaño de ovejas, junto a más de un centenar de personas, han recorrido la antigua vía pecuaria en su tramo más emblemático, el que discurre por el paraje de Lo Ferrís, para poner en valor su uso tradicional con el tránsito de ganado y para pedir la protección de este paraje natural de gran valor medioambiental y donde la empresa propietaria de gran parte de sus terrenos ha levantado un muro de hormigón y metal de casi dos metros.

La protesta, convocada por la plataforma vecinal «Salvemos Lo Ferrís» y por el sindicato agrario ASAJA, ha recorrido parte de lo que es un camino público, hasta Cala Ferrís, escenificando el uso tradicional de esta vía pecuaria como tránsito del ganado. La treintena de cabras y ovejas que han realizado esta particular y reivindicativa trashumancia junto al mar, ha llamado la atención de los bañistas que a esa hora, pasadas las 10 de la mañana, tomaban el sol en la cercana playa, y no han dudado en fotografiar esta curiosa estampa.

Precisamente, junto a la playa de Cala Ferrís, los organizadores han leído un comunicado en el que han puesto de relieve que esa zona sigue siendo «la postal que Torrevieja vende en las ferias de turismo» y que ahora «ha sido invadida por un vallado que se ha levantado como obra menor sin realizarse un estudio de integración paisajístico, generando un impacto en el valor patrimonial, ambiental y social de la zona», ha dicho una portavoz de la plataforma.

Además, denuncian que el vallado invade parte de la Cañada Real y que para levantarlo no se ha tenido en cuenta ningún estudio de impacto ambiental y paisajístico. El presidente de «Salvemos Lo Ferrís», Vicente Henarejos, ha recordado que «la Ley de Vías Pecuarias establece que en el caso de las cañadas reales se deben contar 75 metros de anchura a partir del deslinde, mientras que ahora con el muro se reduce a sólo 6 metros en algunos tramos». Además, ha reivindicado la protección de este paraje natural de gran valor ambiental y social «que ahora está amenazado por la construcción del "muro de la vergüenza" y sobre el que de nuevo pesa la especulación urbanística».

La plataforma de vecinos enviará un escrito al Ayuntamiento de Torrevieja para que investigue si los propietarios han podido cometer una presunta ilegalidad urbanística y medioambiental por la construcción de un muro que ocuparía una parte de terreno público, como es una cañada real, de forma que el consistorio «solicite el deslinde y el amojonamiento». El edil del equipo de Gobierno, Víctor Ferrández, presente hoy en la protesta como miembro de la plataforma vecinal, ha asegurado que el Consistorio ya ha instado a la Generalitat a que investigue si realmente el muro ocupa parte de ese camino público, lo que de confirmarse «provocaría la revocación de la licencia que le ha dado el Ayuntamiento para poder levantar el muro, que cuenta, no obstante, con el permiso de Costas». Además, el equipo de Gobierno está a la espera de que el Consell apruebe el Plan Litoral Valenciano (Pativel) en el que estaría incluído el sur de Torrevieja, y en concreto el paraje de Ferrís, lo que le daría mayor protección, según ha confirmado Ferrández.

Por su parte, el presidente de Asaja, Eladio Aniorte, ha manifestado que su sindicato ha decidido participar en las protestas que piden que se derribe el muro «porque es el único espacio que queda sin construir en Torrevieja y se han hecho abusos enormes con el suelo y, además, un ganadero tendría derecho a hacer la trashumancia por aquí porque es una cañada real».

El centenar de personas que ha participado en esta simbólica protesta han querido escenificar el derribo del muro junto a la pancarta que han instalado en la que se podía leer «Por un uso público y protegido del palmeral».