Tomando el sol en un jardín junto al mar y a la sombra bajo un banco del céntrico paseo torrevejense de Juan Aparicio. Así encontramos a los gatos que han formado una importante colonia bajo el monumento al Hombre del Mar.

Con cara de «no me molestes mucho» posan para el fotógrafo. Aquí campan a sus anchas sin que nadie los moleste. Así lo señalan los carteles instalados en varios puntos de la ciudad donde se advierte a quien pretenda molestar, sustraer o alimentar a las colonias de gatos, que se puede enfrentar a una sanción.

De su alimentación ya se encargan las 70 voluntarias que participan en el proyecto CES (Captura, Esterilización y Suelta), una iniciativa mundial a la que el Ayuntamiento de Torrevieja se unió en 2014. Tienen un carné, tras hacer un curso de alimentación gatuna, y cada una de ellas se ocupa de una de las otras tantas colonias de felinos que hay en todo el término municipal torrevejense.

Les dan comida seca, pienso, un par de veces al día, siempre a la misma hora, y agua, por lo que se puede ver a toda la colonia de gatos esperando la llegada de su cuidadora minutos antes. Comen «a mesa puesta» y no son pocos los vecinos que comentan que en Torrevieja los gatos «están más gordos». Las voluntarias han puesto nombre a cada uno de ellos, a los que dan todos los cuidados y mimos.

La castración es una labor que no resulta fácil. Primero por la dificultad para capturarlos, de lo que se encargan una decena de voluntarios que hacen guardia nocturna para que los felinos entren en una de las jaulas donde les espera un suculento bocado. «Algunos gatos jamás caen en las trampas, son muy listos, y resulta imposible capturarlos para esterilizarlos», nos cuenta Ana Llopis, encargada de coordinar a los voluntarios del proyecto CES. También dificulta la financiación.

Cada castración tiene un coste que asumen, en la mayoría de los casos, los voluntarios, ya que el Consistorio tiene un cupo de esterilizaciones. «Este año llegaremos a las 385, de las que de unas 250 nos ocupamos nosotras. Las clínicas con las que tenemos acuerdos nos dejan los tratamientos a mitad de precio y conseguimos financiación gracias a las mesas informativas y a las campañas que hacemos en redes sociales», señala.

Las voluntarias también costean los gastos médicos de los animales que se ponen enfermos y su desparasitación. Además, cuentan con 15 casas de acogida donde se quedan los cachorros que nacen en las colonias y que se pueden capturar. «Tenemos 40 gatos en acogida ahora mismo, no cabe ni uno más», se resigna.

Fin a los sacrificios

A pesar de que Torrevieja se unió al proyecto CES en 2014 para esterilizar y controlar a los felinos, por aquel entonces se seguían sacrificando algunos gatos callejeros, lo que se frenó con la llegada a la concejalía de Protección Animal de Carmen Morate (Los Verdes) hace un año. «Cuando asumí el cargo se sacrificaban una media de 200 gatos al año en la ciudad, ahora ninguno. Hemos ampliado el número de castraciones subvencionadas por la administración local a 182, pero estamos a punto de aprobar una modificación del contrato que elevará esa cifra a 315», señala la edil y quien espera la anunciada ayuda de la Diputación para castraciones de lo que espera «que nos den unos 20.000 euros».

En Torrevieja hay unos 800 gatos censados y un tercio ya se ha conseguido esterilizar. «La mayoría de las colonias que tenemos controladas en la costa donde ya hemos esterilizado a más de 300».