El proyecto para duplicar la Nacional-332 se «comerá» 40.218 metros cuadrados de suelo que en el Plan General de 1986 y en el reparto de los planes parciales colindantes al vial aparecen como zonas verdes, de «equipamiento social» e incluso parcelas para uso docente escolar.
El acuerdo de junta de gobierno por el que se aprobó la cesión al Ministerio de Fomento de esos terrenos, de enero de 2015, bajo el anterior mandato del PP, contempla aportar 26 parcelas. Un «encaje de bolillos», con los informes a favor de los técnicos, que evita la complejidad de los procedimientos de expropiación a particulares, en este caso, los promotores de áreas residenciales, -y que se produce en casi todas las obras de estas características-. Y al tiempo hace coincidir la totalidad de las cesiones necesarias para duplicar los 8 kilómetros de la carretera con terrenos públicos, que se concibieron para albergar parques e instalaciones de uso público.
En algunos casos, como refleja el acuerdo, se aprobaron las áreas de reparto dejando las zonas verdes en el planeamiento en paralelo a la carretera. Con esa decisión, avalada por sucesivos gobiernos municipales a lo largo de los años noventa y la década pasada, los promotores evitaron la aportación al proyecto terrenos con valor urbano y, también, ejecutar esas zonas verdes que sabían que formarían parte del vial en un futuro. Algo que redundaba en la ganancia de suelo residencial a costa de los parques para los vecinos que decidieron residir en esas urbanizaciones.
Por ejemplo, en el sector 25, en paralelo a la Avenida Víctimas del Terrorismo, la duplicación, con el proyecto definitivo ya en manos del Ministerio de Fomento, se lleva por delante dos parcelas destinadas inicialmente a «equipamientos públicos», no a infraestructuras, que suman 1.200 m2.
En la urbanización Doña Inés, junto al Centro Municipal de Ocio, una parcela prevista como «suelo docente», con algo más de mil metros de superficie y que se ubica junto a la carretera, también se aporta al proyecto. Y así ocurre a lo largo de todos los desarrollos residenciales ya consolidados a lo largo de ocho kilómetros.
En el sector S-6, Villa Amalia, de urbanización reciente y en construcción, tampoco se contempló en el reparto el vial y desaparecen 5.436 metros que inicialmente deberían haberse convertido en zona verde y que servirán al interés general, pero en forma de asfalto.
En este caso, inicialmente se contempló la duplicación al otro lado de la carretera, pero los terrenos ya habían sido expropiados por el Ministerio de Medio Ambiente hace casi diez años para construir la desalinizadora de Torrevieja, según figura en el acuerdo de junta de gobierno, en el que se recuerdas la necesidad de realizar una pasarela peatonal que una el nuevo recinto de mercados y zona comercial.
La Hoya
El único sector en el que realmente se planificó la ejecución futura del desdoblamiento es que afecta al plan de La Hoya, en el que se sitúa el Auditorio Internacional. Es decir, es el único plan que no perderá terrenos dotacionales porque la aportación sí está contemplada como tal y no «resta» a los espacios públicos.
