La Generalitat rubricó ayer la urgencia de las obras de emergencia que permitirán apagar de forma definitiva y realizar el sellado de los vasos de vertido del basurero cerrado de Proambiente, situados en término municipal de Orihuela, junto a La Murada. En esa zona las montañas de residuos albergan 20.000 toneladas de basura acumulada, en este caso, en los primeros años de actividad de la instalación, ahora ilegalizada y clausurada, de la familia Fenoll.
El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, explicó que en esta zona los vertidos están en combustión interna permanente desde hace meses, algo que se ha podido observar desde el exterior con las fumaloras que emanan desde la tierra. El objetivo de las obras, que se prolongarán hasta finales de este año, es sellarlos para evitar que supongan un peligro para el medio ambiente y las personas.
La actuación supondrá un coste aproximado para las arcas públicas de 800.000 euros y las abordará la empresa pública Vaersa. La Administración autonómica ha recibido autorización para actuar en el recinto después de solicitarla a través del juzgado de Lo Mercantil que gestiona el concurso de acreedores de Proambiente, que se acogió a este proceso concursal después de que la Región de Murcia decidiera el cierre definitivo de la instalación. Es decir, el desembolso de la intervención se cargará a los responsables últimos de la situación del vertedero, cuya restauración no ha sido abordada por la propiedad de Proambiente. El director general de Cambio Climático, Joan Piquer, especificó sobre la intervención que primero se realizará una operación de «escarnio» de los vasos, con su apertura, para extinguir los fuegos que prolongan la combustión de miles toneladas de residuos que hay en esta zona. Luego se sellarán con distintas capas de arcillas, gravas y material plástico.
Desde que cesó la actividad de forma definitiva se han producido un par de incendios visibles, pero la montaña de basura sigue en combustión interna. Las mismas fuentes apuntaron, a preguntas de INFORMACIÓN, que la intervención de ahora servirá para que esa combustión interna no provoque un problema ambiental, en especial para las zonas más cercanas a la instalación, La Murada y el cercano municipio de Abanilla, en Murcia. Además se produjo un incendio en las naves que se utilizaban para valorizar los residuos, situadas la Región de Murcia. En esta zona, la administración vecina, que ha encargado sus trabajos a otra empresa pública, Tragsa, va a retirar ya toneladas de compost y materiales de las naves para evitar nuevos incendios, según ha comunicado al Consell.
La Generalitat y el Gobierno de la Región de Murcia están coordinando esfuerzos a la hora de llevar a cabo las actuaciones de emergencia para evitar el impacto ambiental de un vertedero que nunca funcionó con las mínimas garantías de seguridad y ambientales, pero que solo se clausuró tras reiteradas infracciones por el uso de vasos de vertido no autorizados y la afección de zonas ambientalmente protegidas de la Sierra de Abanilla, lo que generó un procedimiento judicial, y una actividad reducida al mínimo de Proambiente y su entrada final en concurso de acreedores y la decisión de cierre de la instalación. La autorización de ayer es la primera fase de un proyecto en el ambas administraciones intervendrán de forma conjunta para sellar el vaso tres, compartido por las dos autonomías y el que más residuos alberga, al ser el único que presentaba condiciones legales de vertido.
Atajar los lixiviados
Este vertedero fue el único habilitado en la comarca durante casi dos décadas y recibió las basuras de varios municipios de Murcia y de buena parte de la Vega Baja -entre ellos Orihuela y Torrevieja-. Además de los problemas generados por la falta de restauración ambiental de los vasos de vertido, la descomposición de los residuos y su falta de impermeabilización ha provocado en los últimos dos años filtraciones de lixiviados al exterior, en cambios agrícolas y algunas ramblas.
En este sentido, la Generalitat ha indicado que el flujo de lixiviados, que han sido retirados con cubas, se ha podido atajar tras el inicio de las obras de sellado en la zona murciana del basurero.
