Ya lo dijo David Bisbal en el programa que buscaba jóvenes talentos de la canción y del que salieron, entre otros, Manu Tenorio, Rosa, Chenoa o Bustamante -Operación Triunfo-: «Esto es increíble». Lo del sábado por la noche fue increíble, de «puturrú de fuá», un chute en vena (no sé si será una expresión demasiado juvenil para utilizarla un tío tan mayor como yo, pero, si lo es, te pido, una vez más, que me perdones la vida, ¡por favor!). Lo de «plantar» el Pájaro en el balcón del palacete del marquesado de Arneva, en plena Esquina del Pavo, fue poco menos que como lo de «encalomar» la bandera yanqui en aquella playa durante el desembarco de Normandía. Vivir esa experiencia desde un lugar privilegiado y acompañado de buena gente merece la pena, aunque sea una sola vez en la vida. Pero la cosa fue a más el domingo, porque acompañar a la Gloriosa Enseña del Oriol por las calles y plazas del pueblo -sobre todo por el barrio más oriolano, el Rabaloche- fue -según diría Jesulín- impresionante.

Creía que, con pronunciar el pregón de las fiestas de mi pueblo natal, Cox, ante más de dos mil personas, ya lo tenía casi todo hecho, sin embargo va a ser que no, porque esta noche, otra vez, se me pondrán los pelos como escarpias. Tengo que abrir las puertas del castillo para rendir/entregar la ciudad a las/os huestes/seguidores de la Cruz, pero creo que, a menos que lo solucionen a última hora, será casi imposible, porque, mientras escribo esta tribuna, no hay ni castillo ni tengo la llave para abrir sus puertas, aunque el «boss» Antonio Manuel me ha prometido que todo estará en su sitio, incluso yo mismo. Lo que pasa es que, aunque me den la llave, es muy posible que no abra nada y menos la jodía puerta, no vaya a ser que haya corriente -de aire- y se me constipen los «sagales».

Las tropas cristianas tendrán que decir aquello de: «¡Ah, de la almena!» y yo contestaré: «B de Barcelona». ¡Y que se jodan!, porque no les abro ni por un «puñao» de dinares, maravedíes, rupias o de la moneda que sea; ni aunque el «puñao» sea grande, «mu» grande, ¡nada del tres por ciento!. Y todo por haberme «puteao» con lo de la llave. ¡Faltaría más!. Además, mis «algüasiles» «barrigueros», con el maestro Justo a la cabeza -que para eso sabe de tácticas «cuasi» militares-, formarán una especie de escudo humano para guardarme de los cristianos que querrán joderme.

Me han «contao» que la llave es una réplica de la que abría las puertas de Granada, pero lo que no me han dicho es si, cuando entregue/rinda la ciudad -¡que este año no va a ser el caso!-, tengo que reproducir lo que le dijo la «mama» Aixa a su «sagal» Boabdil «El Chico» cuando rindió la ciudad/fortaleza a los Reyes Católicos. Dijo lo de «llora como una mujer por lo que no supiste defender como un hombre». Con todo, me gusta más la frase del general Moscardó en la defensa de Toledo durante la Guerra Civil española, pese a que le amenazaron con matar a su hijo. El chaval, en una llamada telefónica, dijo: «Nada, que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde, pero no te preocupes por mí», a lo que el militar respondió: «Hijo muere como un hombre porque el Alcázar no se rinde». ¡Pues eso, el castillo no se rinde y, como diría Julio Iglesias, lo sabéis!.

Junto a mí, en el castillo/fortaleza, estarán, además de mis «algüasiles» Almohabenos y barrigueros, mis «fésters»: mosén Isidro, Pedro «trovador» Arenas, Joseico, con «H», «resvistero» José A., «guerrillero» Karry y sus favoritas, «sensata» Eva y «sobri» Sonia, al igual que «Armen» Gloria y su Perico, porque se lo han «currao». No sé si estarán los «Embajas» Jose «El Rubio» y «maestro» Juande. Me gusta lo que dijo un alcalde de la vecina Illice cuando, un 13 de agosto, de cara a la Nit de l'Albà, se le informó que no se podía disparar una «palmera» de fuegos artificiales desde la terraza del Palacio de la Plaça de Baix (sede municipal) porque se podía hundir. Vicente Quiles, que era el «amo del "calaboso"», dijo una frase histórica: ¡Si se hunde, que se hunda!. ¡El edificio sigue en pie!. Con todo, a ver si pasa lo de la litera en la que dormía un crío que, cada noche, decía, lo de «con Dios me acuesto, con Dios me levanto, con la Virgen María y el Espíritu Santo». Su hermana, a la mañana siguiente, le dijo que la cama se había ido al carajo por acostarse con tanta gente. ¡Joder, qué chiste más malo!, ¿verdad?. ¡Es que lo de la llave y el castillo me tiene bloqueao!.

Hoy, si sois valientes y guerreros, en la toma del castillo os espero porque ha llegado el día, un día que, como cantan las Azúcar Moreno, ¡sólo se vive una vez!. Así es que, parafraseando al viejo profesor y ex alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván: «Moros y cristianos; al loro y el que no se haya "colocao" que se coloque», porque es más divertido!.