No hay Reconquista sin batalla previa al igual que no hay festejos sin el característico olor de la pólvora estallando desde arcabuces y trabucos. Orihuela celebró ayer la Guerrilla Única con la participación de 171 disparadores que quemaron los mismos kilos de pólvora en menos de dos horas.

El enfrentamiento entre los dos bandos en liza, Moros y Cristianos, se estuvo preparando desde la media tarde. Se trata de una escenificación que requiere de muchas medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de incidente. Así, se baldearon las calles antes del inicio del enfrentamiento -y también después- mientras que cada uno de los participantes recibió un kilo de pólvora. En Orihuela, son pocos los que disponen de sus propias armas y la mayoría las alquilan, por lo que ya vienen con los certificados de haber pasado la pertinente inspección que garantiza que son seguras. El presidente de la la Junta Central de Moros y Cristianos , Antonio Manuel García, detalló que este año se ha vuelto a incrementar la participación de mujeres y ya son cerca de medio centenar las aficionadas a disparar pólvora, casi el doble que hace tres años. Los comparsistas iniciaron su batalla desde el Paseo Calvo Sotelo hasta la Glorieta, donde se escenificó la Toma del Castillo con el Pacto de Teodomiro y la lectura del texto de Puerta de la Traición, con la participación destacada de los embajadores, José Rubio y Juan de Dios Rogel, y la Armengola, Gloria Valero.