Las obras de apuntalamiento del acantilado de Cabo Roigacantilado Cabo Roig, que posibilitarían abrir el paseo marítimo paseo marítimo cerrado hace tres años por desprendimientos, penden de un hilo pese a que el contrato para su ejecución se adjudicó el pasado 11 de mayo, tras continuos retrasos en el proceso de adjudicación. La edil de Playas, Sofía Álvarez, anunció en octubre de 2015 que los trabajos serían una realidad en noviembre del pasado año, después se retrasaron a marzo, se adjudicó en mayo y aún no se sabe cuándo comenzarán.
El motivo por el que no han arrancado los trabajos pese a que la UTE Solutione S. L. y Marco S. A. obtuvo el contrato por 187.147,43 euros, cuando el coste estimado rondaba los 290.000, pasa porque «no se han aprobado los remanentes del año pasado con el que se iba a pagar el contrato, por lo que cuando fuimos a realizar la firma vimos que no se podía pagar a la empresa», apuntó a este diario la edil de Playas, Sofía Álvarez.
La edil achaca este inconveniente al «retraso en el funcionamiento de la Administración, no quiero culpar a nadie», si bien apuntó a que es el área de Intervención quien tiene que aprobar estos remanentes. Esta situación hace prácticamente imposible que la mercantil pueda realizar las obras durante este verano, por lo que un año más, el paseo continuará cerrado en uno de los enclaves más transitados de Orihuela costa, y no solo durante el verano sino durante todo el año. La mercantil llegó incluso a comprometerse con el Ayuntamiento a terminar los trabajos antes del 15 de julio, al rebajar a dos meses el tiempo de ejecución de las obras, cuando el pliego daba tres meses para su ejecución.
La aprobación de estos remanentes, según Álvarez, depende de Intervención. El interventor titular, Fernando Urruticoechea, se encuentra de baja, y sus sustituto, afirma Álvarez, no tiene la potestad suficiente para la firma de estos remanentes. Por tanto, todo parece indicar que las obras se demorarán durante meses, si bien la edil no supo explicar si habría alguna consecuencia en la formalización y adjudicación del contrato, al no disponer de fondos.
Se trata de una de las inversiones más demandadas por los vecinos de Orihuela Costa, pues el paseo marítimo lleva cerrado al paso de peatones tres años, y la alternativa ofrecida no es suficiente. Se ha instalado un paso alternativo y paralelo al acantilado con una pasarela de madera, la misma que se utiliza para acceder a las playas, pero las tablas también se encuentran en mal estado y los vecinos, que son muchos los que residen durante todo el año, reivindican constantemente una solución.
Sin embargo, todo apunta a que esa alternativa tardará en llegar, quedando de nuevo en el aire su ejecución cuando ya parecía que se iba a solventar. De hecho, durante el último mes, Álvarez repitió en numerosas ocasiones que era cuestión de días, pero finalmente, a tenor de la situación, será cuestión de meses.
