La formación que ha arrasado en las últimas elecciones generales ganando en todos los municipios de la Vega Baja, el Partido Popular, ha experimentado una gran transformación en los últimos cinco años. Diversos líderes de los 27 municipios que conforman la comarca han desaparecido de la vida política. Unos por haber sido condenados en procedimientos judiciales y expulsados de las filas populares, y otros por haber decidido voluntariamente su retirada. Aunque también los hay que han sido condenados pero han decidido seguir como concejales independientes. Son las gaviotas que han dejado de volar en el PP de la Vega.
El exalcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, y la exregidora de Orihuela, Mónica Lorente, son dos de los que han desaparecido de la vida pública tras haber sido sentenciados como culpables en sendos procesos judiciales. El primero, que gobernó la ciudad salinera durante más de 20 años, acabó siendo procesado y condenado a pena de prisión por amañar el millonario concurso de basuras de la ciudad. La segunda también está salpicada por un caso ligado a la corrupción política, el Brugal, que encara su recta final y que podría llevar a sentarla en el banquillo en poco tiempo. Lorente también fue recientemente condenada por adjudicar la reforma de una plaza después de inaugurarla. El tercero de los recientemente condenados es el exalcalde de Callosa de Segura Javier Pérez, quien se sentó en el banquillo de los acusados por un delito de negociaciones prohibidas a funcionarios tras haber compaginado el cargo político con el de constructor. También a éste se le ha retirado el carné del Partido Popular, aunque en su caso ha preferido seguir en la vida política como concejal no adscrito. El último de los políticos que acaba de dejar su cargo enredado en procesos judiciales es el exalcalde de Dolores, Gabriel Gascón, que ha renunciado a su acta de concejal hace unos días tras conocerse que el fiscal le atribuye la comisión de cinco supuestos delitos relacionados con la construcción de un bar ilegal sobre una zona verde del municipio. Al exregidor de Catral, Aurelio Albero, su partido lo dejó fuera de la lista a las últimas elecciones municipales y también está inmerso en un procedimiento judicial abierto por la desaparición de cerca de 10.000 euros de las arcas municipales mientras él era regidor, un delito que la Fiscalía atribuye al contable que él mismo contrató para dirigir las finanzas públicas.
De otro lado están los exalcaldes que decidieron abandonar la política por diversas causas como el exregidor de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado, que anunció su retirada por motivos personales y dejó al partido debilitado en el municipio, pasando de gobernar con mayoría absoluta a la oposición. Ese mismo caso se dio en Cox, donde Carmelo Rives optó por no quedar fuera de la lista de las últimas elecciones y también allí el PP perdió el control del Ayuntamiento. En Granja de Rocamora, el exregidor José Rocamora sí lideró volvió a liderar la lista popular en los comicios de 2015 pero tras 36 años en el cargo perdió la mayoría absoluta y acabó fuera del gobierno. Meses después dimitió. La exregidora de Bigastro Charo Bañuls fue la primera alcaldesa que tuvo la localidad tras 28 años de gobiernos socialistas pero tras cuatro años de gobierno se fue y prefirió no repetir como candidata. En Rafal, José Arronis también lideró el primer gobierno del PP tras 18 años de mandatos socialistas. Pero no revalidó el cargo y también él se acabó marchando.
