El gobierno valenciano dejó claro ayer que no tiene intención de modificar el decreto de plurilingüismo que suprime la exención de la enseñanza del valenciano en las zonas donde predominantemente se habla castellano, como es el caso de la Vega Baja, donde 26 de los 27 municipios son castellanohablantes. Y lo hizo, precisamente, en una de las localidades donde el valenciano no se habla, en Torrevieja. Allí se trasladó el Consell en pleno para celebrar en el Ayuntamiento su habitual reunión de los viernes y tuvo que escuchar una sonora protesta por la imposición del valenciano en las aulas, que para la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, fue «una puesta en escena partidista».

Medio centenar de personas se concentraron a las puertas de la Casa Consistorial desplegando carteles y pancartas, entre las que destacaba una de considerables dimensiones con la foto del presidente de la Generalitat, Ximo Puig y en la que se podía leer «President, si gobierna Compromís, no nos sirves», en alusión al partido del conseller de Educación, Vicent Marzà, impulsor de la medida que podría acabar con la exención de la enseñanza en valenciano en los colegios de la comarca. Los manifestantes corearon lemas como «Castellano sí, Valenciano no», «Más inglés y menos valenciano» y aprovecharon para pedir la dimisión del presidente Puig. En la protesta también hubo alusiones a la escuela concertada reclamando el «no sectarismo» y la «libertad de elección».

Puig y sus consellers escucharon las protestas desde la segunda planta del Ayuntamiento, donde a esa hora estaban reunidos para debatir los temas que aprobó el Pleno del Consell.

Oltra, en la rueda de prensa posterior al Pleno, señaló que «el tono de la manifestación tenía menos que ver con la educación y más con otro tipo de consideraciones políticas», recalcó. Y lamentó que el PP «entre en la deriva de querer volver a utilizar el valenciano como una herramienta de confrontación. Es muy peligroso lo que hacen». También desveló la reunión que ayer mantuvo Marzà con las AMPAS de varios colegios e institutos públicos de la ciudad.

«Negligente»

La imposición del valenciano en los colegios que ahora están exentos ha creado una gran controversia en la Vega Baja. La presidenta de la delegación de Torrevieja de la FAPA Gabriel Miró, Patricia Muñoz, señaló «la injusticia de querer imponer el valenciano en la Vega Baja, donde no se habla».

Por su parte, la presidenta autonómica de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos, Julia Llopis, presente también en la protesta, se quejó de la «limitación de la libertad para elegir centro», en referencia a la posibilidad de que se reduzcan plazas concertadas el próximo curso. Para Llopis «se debería reforzar la enseñanza en inglés en la pública, pero quien quiera educación de calidad deberá irse a la privada», manifestó, tras llamar «negligente» al conseller. Mónica Oltra, en otro orden de cosas, anunció ayer que Torrevieja contará con 5 aulas más de primaria y 3 de infantil y que los conciertos con colegios privados «siguen todos igual que en el curso pasado».