El futuro del servicio de la atención temprana en Orihuela volvió a ser ayer objeto de debate por parte del pleno tras la comparecencia pedida por PSOE y Cambiemos al alcalde, Emilio Bascuñana, y a la edil del Bienestar Social, Sabina Galindo, para dar cuenta de su gestión en esta materia. El regidor justificó que no se haya asumido la gestión directa «para evitar una imputación (como se conocía antes al ahora «investigado») que me obligue a dejar la Alcaldía al día siguiente, no me puedo jugar la responsabilidad por Orihuela» y apuntó a que hacerlo sería «temerario e irresponsable» porque alguien, cree, lo llevaría a la Fiscalía.

La oposición apuntó a que no serían ellos los que lo hicieran, como expresó el edil de Cambiemos, Karlos Bernabé. Por su parte, la edil de Foro Demócrata, Pepa Ferrando, reprochó que haya «traído a este pleno otras propuestas con informes de Intervención en contra y le ha dado igual, como la implantación de la fiscalización previa limitada» pero no se atreva a hacerlo con Dinoco. La socialista Carolina Gracia recordó que el Ayuntamiento adeuda 72.000 euros a Dinoco, que debe hacer frente con el cambio de trimestre en julio a 20.000 euros en gastos de seguros sociales, y apuntó a que «si gobernara el PSOE, ya se habría municipalizado».

La edil de Bienestar Social, Sabina Galindo, quien fue la primera en intervenir, realizó un balance de actuaciones y apuntó a que el 14 de julio mantendrá una reunión con el secretario autonómico de Bienestar Social para avanzar en una solución, y aseguró estar «hasta las narices de este tema», afirmación que despertó la crítica tanto de padres como de la oposición, que instó a la popular a pedir perdón, si bien ésta matizó que se refería a «no encontrar una solución conjunta». La edil pronunció esta frase tras verse obligada a interrumpir la explicación de su gestión a causa de la emoción, y mostró su voluntad de querer encontrar una solución.

Los padres de Dinoco mostraron ayer su malestar no solo por estas palabras, sino por el hecho de que el equipo de gobierno le pidió las cuentas de la entidad el martes, dos días antes del pleno, para analizarlas de cara a esta comparecencia, algo que calificaron «como un insulto, más teniendo en cuenta que lo hace una asesora de Alcaldía a través del correo electrónico y no de forma oficial».La oposición recriminó que Galindo pretenda que aprueben «una solución conjunta en la que no hemos participado», reprochó Bernabé, en relación a la falta de diálogo entre el equipo de gobierno y la oposición.

Aun así, uno de los puntos de mayor tensión fue la moción del PP para mostrar el rechazo a la imposición del valenciano por parte de la Generalitat, lo que originó la que probablemente fuese la primera intervención en dicha lengua en un pleno municipal en Democracia, realizada por Karlos Bernabé para mostrar su rechazo.

La sesión de ayer también sirvió para que el pleno rechazara, con apoyo de PP y Ciudadanos la comisión de investigación por el supuesto ático ilegal en el que reside el portavoz de la formación naranja, Juan Ignacio-López Bas, quienes también rechazaron una moción de Cambiemos para poner solución a la falta de mantenimiento en parques y jardines en Orihuela Costa, aumentando la dotación a Ildo, la empresa de jardinería municipal. Tampoco salió adelante la moción del PSOE para hacer visitable la sala del Oriol, ni la de la celebración de un pleno sobre el estado de la ciudad de Foro, pero sí se aprobó por unanimidad la de la lucha contra la LGTVBIfobia presentada por Cambiemos. Además, se aprobó la propuesta del PP de delegar en junta de gobierno la aprobación de compatibilidades para los funcionarios, lo que la oposición calificó como «traje a medida» para una asesora.