La quinta excavación del MARQ en el yacimiento arqueológico Laderas del Castillo de Callosa de Segura ha sacado a la luz saca a la luz cuatro nuevas sepulturas que se ubicaban en el interior de viviendas. Se trata de una práctica que se remonta a la Edad de Bronce y que se daba en la Cultura Argárica, desde al menos el año 2300 A.C.

El hecho de enterrar a los fallecidos en las propias casas se explica porque en la «en la Prehistoria no existía manera de justificar la propiedad jurídica sobre algo y lo habitual era hacer referencia a los antepasados», explica el técnico del Marq Juan Antonio López.

El poblado fijado en lo que hoy es el término municipal de Callosa ocupaba una extensión de dos hectáreas y media, siendo uno de los núcleos de población más importantes de aquella época en la Vega Baja. Las excavaciones han sacado a la luz torres defensivas, murallas, áreas de terraza donde se construían las casas y numerosos objetos que dan cuenta de cómo se realizaban los ritos funerarios.