Nuevos desprendimientos de cornisas de un balcón de la calle José María Sarget, junto al cruce con la calle Santa Justa, en pleno centro del casco histórico de la ciudad, han vuelto a poner en evidencia el lamentable estado de conservación patrimonial de muchos de los inmuebles del centro de la ciudad. Según ha podido saber este diario, al parecer no se registraron heridos por la caída de cornisas, cuya zona ya ha sido vallada por efectivos municipales. Sin embargo, se trata de un peligro común en muchos inmuebles, y mientras que algunos edificios ya han sido protegidos por mallas, una estampa frecuente en el casco histórico, otros continúan decayendo sin protección.