El trabajo diario que más tiene que ver con la gestión directa en el municipio es sobre todo el que no se ve, explica José Manuel Dolón. Algo que no tiene foto, ni rentabilidad política, ni mediática, pero que este alcalde esgrime como fundamento para que el Ayuntamiento llegue a todos por igual.
Desde el punto de vista personal ¿ Cómo ha sido este año de alcalde?
Muy enriquecedor, desde luego.
Y el balance de su experiencia de gestión...
Ése ya ha sido más difícil.
Difícil ¿En qué sentido?
Los asuntos administrativos llevan un tiempo que no es el que tú deseas para resolver problemas. Cualquier trámite en el Ayuntamiento es largo, enrevesado, y en ocasiones falta agilidad y coordinación entre los distintos departamentos. Eso dilata los tiempos para actuar y lo que podría resolverse en semanas, tarda unos meses que a veces exceden con mucho el medio año,, y por lo que estoy viendo... mucho más incluso.
¿Se han cumplido ya objetivos en este año de gestión?
Se han completado muchas cosas..., y hemos podido despegar. Nos hemos entendido, y eso es importantísimo. Hay diferencias entre los cinco grupos que formamos el gobierno, pero le hemos dado la razón a los ciudadanos que querían un gobierno plural. Y eso ya es un paso de gigante. Estamos aquí al cabo de 11 meses de gobierno, con diferencias de criterio, como es humano (y en política más), pero sin ruptura, con discusiones más o menos duras, pero entendiéndonos. Como era el mandato de los votantes y de la ciudadanía. Desde posturas que para muchos, parecían irreconciliables, estamos gobernando con toda naturalidad. Y creo que lo estamos haciendo bien, dentro de lo que cabe. Ni muy bien, ni excelente. Las dificultades de gestión administrativa están ahí y no hay nada que vaya al ritmo que yo quisiera. Pero va. Aunque si de mí dependiera, muchas cosas estarían hechas el año pasado.
¿Se va a cumplir el pacto de alternancia en el cargo de alcalde dentro de un año?
Yo cumplo lo que firmo. Si la voluntad de las personas que estamos aquí es cumplirlo, seré uno más para cumplirlo con toda la lealtad. En política voy a estar siempre.
Con años de trabajo en la oposición usted sabía ya de la lentitud de la Administración.
Si, pero no tanto. El empeoramiento que me toca a mí es el de las políticas de ajustes. Aquí se va un funcionario y no entra nadie, y eso, quieras o no, implica que tienes menos personal. Al final tenemos que mover a los pocos funcionarios preparados que pueda haber, porque muchos departamentos no tienen suficiente personal cualificado para hacer algunas cosas, y que se me entienda la expresión, porque hay personas que entraron para realizar trabajos de peón cubriendo puestos de administrativo. Crea una situación de alegalidad además. Pero por la necesidad, los mismos técnicos que deberían informar que no se puede hacer así, no lo hacen porque si no, la máquina no funciona. Y si una maquinaria administrativa es lenta de por sí ...
¿Cree que según áreas, los funcionarios forman una especie de grupos de presión o de poder en el Ayuntamiento?
No. Obviamente los funcionarios de mayor rango tienen mayor autoridad, y no solo con su personal, también con los políticos. Ellos son nuestra referencia para gestionar, y son a quienes tenemos que pedir consejo. Eso es indiscutible.
¿No le plantean desde su propio grupo de gobierno por qué no da un golpe en la mesa para cambiar a funcionarios y reorientar algunos asuntos?
Sí, hay quien lo ha dicho, y lo he dicho yo. Pero la limitación es tan grande que no tienes a quién poner para sustituir el hueco. Se están haciendo algunos cambios, pero son muy limitados. No hay posibilidad de reforzar convocando oposiciones. En la Policía Local, por ejemplo, si estás en desacuerdo con un mando ¿ Cómo lo cambias? Aquí no se puede actuar ni por simpatía ni por antipatía... Otra cosa es que repartas sus competencias, que es lo que estamos haciendo en algunos departamentos.
No es tan fácil dar el golpe en la mesa, y no tengo costumbre. Yo trato de convencer. Si un funcionario te repara un asunto, te lo vuelve a reparar y te lo trirrepara, lo único que puedes hacer es comprarte pastillas para los nervios. Pero si se ven cosas que no son normales, se pueden utilizar para desbloquear la situación. Hay cierta inercia laboral y un absentismo importante. También hay gente que trabaja mucho y muy bien, y tienen que trabajar por ellos y por la gente que provoca el absentismo.
¿Ha contemplado limitar las competencias de la interventora como ha intentado hacer el Ayuntamiento de Orihuela?
La interventora es una autoridad en el tema económico y tenemos que respetarla aunque a veces no compartamos su criterio. En Orihuela la fiscalización de los procedimientos (de los que quieren eludir el informe del interventor) se la van a hacer igualmente en una segunda fase. Igual me da que me digan desde el principio que no que al final. El resultado es el mismo. La interventora nos dijo en una reunión que vino a Torrevieja en 2013 y se echó las manos a la cabeza. En 2014 estuvo viendo cómo lo arreglaba y se puso 2015 como límite. Desde junio de 2015 ha puesto todo su empeño en que se cumpla la legalidad. Tengo la suerte de ser yo el alcalde al que se le ha puesto la lupa, el periscopio y todos los detectores de satélites y de estrellas fugaces... y a mucha honra.
¿Algo que haya encontrado positivo de la gestión del anterior alcalde Eduardo Dolón?
Se han pagado las deudas de las las expropiaciones. Pagar lo que se debe y además porque había sentencias había que hacerlos. Eso es una realidad. Pues no voy a decir que no - hace una pausa, y recupera su tono más reconocible-. Ponerse un buen sueldo es una cosa que ha hecho bien y buscarse un puestazo de un retiro millonario en la Diputación también es una cosa que ha hecho bien... para él.
¿Qué nota se pone el alcalde?
La nota la tienen que poner siempre desde fuera. Ponerse nota uno es una estupidez.
