Torrevieja tiene menos de tres meses para asumir la gestión pública de las basuras sin que a su alcalde, José Manuel Dolón, le quede otra alternativa (ni tampoco la haya buscado) porque los plazos para licitar el contrato, que es uno de los dos más importantes que hay previstos este año en la provincia -el otro es el de la gestión del agua en Benidorm- están vencidos. Un órdago que justifica con una retahíla de informes técnicos favorables, un ahorro para las arcas económicas que cifra en cuatro millones de euros anuales y en ser un ejemplo a seguir para otros municipios de la comarca con el mensaje: lo público es más barato que lo privado. El ecologista está a la espera de un último informe para convocar un pleno extraordinario y monográfico que, incluso, podría ver la luz la semana próxima, asegura.
Torrevieja se gasta en estos momentos 17 millones de euros anuales por la limpieza de sus calles en un contrato que se firmó hace 12 años por el entonces alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo (Partido Popular), quien acabó en prisión después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) le condenara por falsificación documental al considerar que se había amañado en beneficio de la adjudicataria. Diez años más tarde, en 2014, el entonces alcalde, Eduardo Dolón (Partido Popular), a sabiendas que su antecesor había acabado condenado unos meses antes por este asunto, decidió echar mano de la prórroga de hasta dos años y alegó que lo hacía porque no daba tiempo a los técnicos a una nueva licitación sin haberse llegado a plantear en ningún momento la gestión pública del servicio. Torrevieja había tenido diez años, desde el mismo día que firmó el contrato para saber cuándo acababa éste y la existencia de ilegalidades punibles, ratificadas después por el Supremo en una sentencia que dio firmeza a la del TSJ, no hizo que le temblara el pulso el día que decidió firmar esa ampliación de un contrato salpicado por la corrupción. Pese a que, según José Manuel Dolón, los técnicos le dijeron a su antecesor por aquellas fechas que la gestión pública era más barata que la privada pero ni aún así se oyeron sus recomendaciones, y esto lo sostiene el líder de Los Verdes de Torrevieja sin gesto de duda porque si de algo presume es de tener documentos de todo lo que dice.
El alcalde actual parte de un ahorro de costes con el que se amortiza la renovación de maquinaria que está obsoleta después de 12 años y que se mantiene en pie a duras penas porque la adjudicataria, evidentemente, no iba a renovar y gastar cuando lo que está haciendo es un favor -entre comillas- a un Ayuntamiento que la mantiene con el argumento de que no tuvo tiempo a una nueva licitación. Durante estos 12 años, el aumento de costes ha superado el 50%. Según el regidor, Torrevieja se ahorra esos 4 millones de costes gracias al beneficio industrial (nadie gana dinero, evidentemente), el IVA y otros gastos que, según José Manuel Dolón, ascienden a más de medio millón de euros al año y que estarían también hinchados. La renovación de la maquinaria supondría una inversión aproximada de 17 millones de euros, prácticamente lo que se paga ahora en un año. El alcalde considera que la renovación se debería hacer de forma progresiva en los próximos años mientras se sigue aprovechando la que ahora se utiliza. Aunque eso no lo dice porque las arcas estén vacías: Torrevieja tiene 25 millones de euros sin gastar del último ejercicio, lo que bien dice del músculo económico de un Ayuntamiento que el pasado año además pagó cerca de 30 millones de euros de expropiaciones pendientes desde hacía casi una década.
«¿Presiones?, claro que las ha habido», el alcalde no se esconde cuando asegura que la solución que pretende dar crea conflictos. Añade que hay concejales que han sido tocados, pero que la decisión es firme y que a partir de junio se acabará una época que en Torrevieja, como en Orihuela y en muchos municipios de la Vega Baja, siempre se ha asociado a la corrupción, como eran los contratos de las basuras.
