Agentes de paisano de la Guardia Civil realizaron durante la mañana del Viernes Santo tres detenciones en el cementerio de Torrevieja momentos después de que concluyera el entierro del padre de uno de los arrestados. En la actuación se movilizaron cinco coches patrulla y se produjeron momentos de tensión con los familiares que acudieron al sepelio, que reprocharon a los efectivos policiales que hubieran aprovechado el luctuoso momento para llevar a cabo la operación.

El primero de los detenidos, hijo del fallecido, estaba en busca y captura por supuesta resistencia y atentado a la autoridad. Otro, perteneciente a la misma familia, tiene pendiente un procedimiento judicial desde hace seis años por conducir sin el correspondiente permiso, aunque según las mismas fuentes, era quien conducía el vehículo que transportaba a los familiares directos del finado hasta el cementerio sin carné. Mientras un tercer detenido cuenta con dos requisitorias pendientes de juzgados de la Región de Murcia. Todos fueron conducidos hasta el calabozo del cuartel de la Guardia Civil para pasar a disposición del juzgado de Instrucción Número 3.

Según fuentes conocedoras de la intervención, guardias civiles de paisano desplazados hasta el camposanto como si acudieran a visitar a alguien, de luto y con algún ramo de flores para no levantar sospechas e impedir la huida de su objetivo, llevaron a cabo los arrestos en el aparcamiento exterior del recinto justo después de que finalizara el entierro.

Ocasión propicia

Los agentes habrían recibido información sobre este fallecimiento y consideraron que el sepelio iba a ser la ocasión propicia para realizar los arrestos ya que suponían iba a congregar a todos los integrantes de un numeroso clan familiar. De hecho acudieron también familiares procedentes de Cartagena y de La Unión (Murcia).

Los arrestos en el cementerio se produjeron después de que ya se hubieran producido otros momentos de tensión en el acceso al tanatorio de Torrevieja, parte del propio operativo de arresto. Durante el despliegue de varios efectivos de la Guardia Civil minutos antes del traslado del coche fúnebre al cementerio, los familiares se enfrentaron a los agentes -en este caso con uniforme de servicio-. Cuando los asistentes ya pensaban que la policía había cejado en su intento de ejecutar las detenciones fue cuando, por sorpresa, se produjeron en el camposanto.