Todo apunta a que la montaña formada por 12 toneladas de residuos urbanos que apareció el pasado lunes en un paraje natural de Aspe podría proceder de Callosa de Segura. Así lo evidencian los indicios detectados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y por efectivos de la Policía Local, que encontraron entre los desperdicios bolsas de comercios, facturas de restaurantes o cartas enviadas por vía postal a direcciones de la localidad, según detallaron fuentes municipales. El Ayuntamiento callosino ha iniciado una investigación por estos hechos y exigirá responsabilidades a la empresa que gestiona la recogida y eliminación de los desperdicios, la mercantil Sirem, que podría enfrentarse incluso a la rescisión del contrato.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada de domingo a lunes y fue a primera hora de la mañana cuando algunos vecinos alertaron del vertido ilegal realizado en la zona conocida como camino de La Cochera. Entre las basuras había todo tipo de desperdicios, si bien fueron las bolsas de plástico de algunos comercios callosinos los que pusieron tras la pista a los agentes. El regidor de Aspe, Antonio Puerto (EU), contactó ayer con su homólogo callosino, Fran Maciá (PSOE), para informarle de estos hechos y acordaron colaborar para investigar este desagradable incidente.

El alcalde callosino esperaba ayer a recibir el informe del Seprona y de la Policía Local de Aspe para iniciar el expediente sancionador contra la empresa que gestiona las basuras de la localidad, quien según estos indicios ha podido cometer una infracción muy grave.

Vertedero de Villena

Los desechos que se retiran de Callosa tienen que ser transportados diariamente a la planta de residuos de Villena. El Ayuntamiento mantiene un contrato firmado con ese vertedero para depositar allí los desperdicios y es la empresa concesionaria la que se ocupa de transportarlos hasta ese punto. Así, es el consistorio quien paga el coste de la eliminación de la basura en Villena y luego detrae el montante a las facturas que mensualmente paga a Sirem, un hecho que viene provocando problemas desde hace varios meses.

La empresa de las basuras se adjudicó el servicio al ofrecer un canon de eliminación de basuras que rondaba los 10 euros por tonelada en el vertedero de Proambiente. Pero Sirem tuvo que dejar de llevar allí los desechos porque Proambiente le cerró las puertas, primero por supuestos impagos y después por el veto de la Región de Murcia a que se siguieran tratando allí desperdicios. Por ello, la empresa alega que es el municipio quien tiene que asumir el sobrecoste de llevarlos a Villena, donde se paga un canon de vertido que ronda los 50 euros por tonelada, cinco veces más que en Proambiente. Pero el consistorio considera que Sirem es la responsable de eliminar los desechos y tiene que asumir ese coste.

Por toda esta situación, el Ayuntamiento de Callosa anunció hace dos meses que se está negociando con la empresa rescindir de mutuo acuerdo el contrato asumiendo un plan de pagos, ya que el municipio adeuda a Sirem 1,2 millones de euros.

Toda esta situación podría motivar ahora que se acelere ese trámite de finiquitar la concesión dado que, al parecer, las basuras del pasado domingo nunca llegaron al vertedero.