Anaís es una de las cerca de 50 personas que tuvieron que ser evacuadas el sábado ante el riesgo de derrumbe del edificio callosino. Embarazada de ses meses, solo da gracias a Dios (a Alá, en este caso), porque sus dos pequeños, uno de tan solo un mes y otro de cinco años, estuvieran pasando el fin de semana, como es habitual, en casa de su madre, la abuela de los niños, en Villajoyosa. Sin embargo, ella y su marido no pudieron desplazarse hasta allí por lo que son dos de las 18 personas que permanecen en el albergue provisional instalado por Cruz Roja en el pabellón municipal. Su prioridad ahora es «saber qué vamos a hacer ni dónde podemos ir a vivir, y hasta mañana nos han dicho que no pueden decirnos nada», por lo que tan solo queda enfrentarse a la sorpresa y la impotencia de, «de repente, tener que dejar tu casa».