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Los discapacitados denuncian la falta de accesibilidad de los locales en Orihuela

El colectivo reclama al Ayuntamiento que realice inspecciones para controlar a los comercios

Los discapacitados denuncian la falta de accesibilidad de los locales en Orihuela

«El mayor problema de accesibilidad al que nos enfrentamos las personas con movilidad reducida es el comercio». Así de tajante se muestra Carmen Díaz, presidenta del colectivo Orihuela Sin Barreras, una asociación de Orihuela que vela por la adaptación del entorno urbano a las necesidades de usuarios con problemas de movilidad. Paradójicamente, Díaz apunta que «Orihuela es de las ciudades más amables a la hora de moverse por prácticamente todo el núcleo urbano con una silla de ruedas, pero el comercio, en los últimos años, no lo pone nada fácil, con obras, entradas a establecimientos o escalones que hacen imposible poder comprar en ellos», todo y pese a que la ley obliga a los comercios a hacerlos accesibles desde el año 2003. La única excepción, y aquí recae la pelota de nuevo en el Ayuntamiento, son las pedanías oriolanas, donde «la accesibilidad es nula, también en la costa, donde llevamos pidiendo años calles y playas adaptadas».

Por tanto, el colectivo reclama al Ayuntamiento que vele «porque todos los establecimientos nuevos que abren sus puertas, cuenten con un acceso adaptado, cosa que no se está haciendo y nos obliga a nosotros a ir vigilando cada nueva peluquería, relojería o tienda de ropa que abre en el municipio», denuncia. El problema radica en que «en 2008, y con el fin de simplificar los trámites de apertura de los negocios, basta con que el propietario firme una declaración responsable de que cumple con toda la normativa legal vigente, incluida la ley de accesibilidad», lo que en la práctica se traduce en que «no es así, ni por asomo, y el Ayuntamiento, que es quien debe velar y realizar las inspecciones para corroborar que los establecimientos cumplen con estas normativas, no hace las inspecciones». El resultado pasa por una gran cantidad de locales en los que para un usuario con problemas de movilidad reducida resulta imposible disfrutar de sus servicios.

Terrazas

Estos problemas de accesibilidad se ven incrementados aún más, si cabe, en las terrazas de bares y restaurantes de la ciudad. «La mayoría de terrazas se encuentran en la zona de aparcamiento de vehículos, y ahora en invierno, cerradas, por lo que nos encontramos con que ni podemos salvar el bordillo que separa la acera del asfalto, ni podemos acudir a una rampa para bordearla por atrás porque está cerrada».

La solución aquí pasa por instalar una plataforma que deje al mismo nivel la acera y la terraza, elevando así la disposición de mesas y sillas, algo que «nos dicen que no permite la ordenanza de terrazas, así que es algo en lo que estamos tratando de trabajar», apunta Díaz.

Para ello, el Ayuntamiento ha creado una mesa de accesibilidad que ya ha mantenido su primera sesión para trazar las vías a seguir en esta materia y que esperamos que sirva para acabar con todas estas demandas». En la mesa se encuentran oras asociaciones como Adis Vega Baja, con el fin de concienciar a toda la población de la importancia de adaptar cualquier lugar público a las necesidades de todos los usuarios».

En cuanto al comercio, «aún queda mucho por hacer, y no podemos ser nosotras (integrantes de la asociación) quienes actuemos como policías viendo quién cumple o no la normativa».

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